INFIDELIDAD FINANCIERA, UN ENEMIGO SILENCIOSO
LA INFIDELIDAD SEXUAL O AFECTIVA PONE EN RIESGO LA RELACIÓN DE PAREJA, PERO LOS SECRETOS FINANCIEROS PUEDEN SER INCLUSO EL DOBLE DE NOCIVOS. ANALICE LOS SIGUIENTES EJEMPLOS
Sí, no sólo existe la infidelidad afectiva o sexual; la financiera es otra forma de engaño. Esta traición no sólo es aún más difícil de detectar, sino que también puede destruir la confianza de manera igualmente irreparable.
Pero, ¿qué constituye una infidelidad financiera? ¿Cuándo una mentira de este tipo o un engaño por omisión se vuelve más siniestro y potencialmente destructor? Y, ¿es la verdad completa la única opción para un vínculo sano?
En su punto más básico, una infidelidad financiera es una mentira absoluta sobre el dinero o los gastos, pero en términos de cuán nocivos pueden ser sus efectos, es necesario evaluar las intenciones.
Por ejemplo, si una de las partes toma sus ingresos y los canaliza a una cuenta separada, y luego usa el dinero de su cónyuge para pagar todas las facturas del hogar, se trata de una intención extremadamente maliciosa.
Otros ejemplos de infidelidad financiera tóxica podrían incluir una adicción al juego, ocultar e incluso no revelar la deuda de la tarjeta de crédito. Cualquier otro débito en el que se incurra a espaldas de su pareja también ocupa un lugar en este listado.
¿Por qué ocurre este tipo de infidelidad? Por las mismas razones por las que se comete un engaño sexual. No es planeado, simplemente “sucede” y una vez que comienza, todo va a escala. La persona cree que no será descubierta o podrá resarcir su daño a corto plazo, pero la mayoría de las veces todo se queda en “buenas intenciones”.
Descuidar la transparencia financiera puede generar resentimientos y tensiones que minan la relación
La infidelidad financiera puede originarse en problemas de comunicación y confianza en la pareja.