EL K-POP, ENTRE LA FAMA Y LA SOLEDAD IMPUESTA
Control Para un artista del k-pop tener una vida “normal” no es parte del negocio. Enamorarse es motivo para pedir perdón
Son ídolos de masas, sus vidas deben ser un dechado de virtudes y ser humanos debe quedar al margen por el bien de sus carreras musicales, porque son un producto.
Y así transcurre la vida de los cantantes de k-pop, entre tantas restricciones, que incluso enamorarse está prohibido.
Es una estrategia del negocio que tiene sus raíces a principios de los 2000, antes de que el k-pop se hiciera un nombre mundial, tener pareja estaba en la práctica prohibido para cualquier aspirante a estrella de la música.
Basta recordar a Park Joonhyung, miembro del popular grupo g.o.d, cuando rompió a llorar en una rueda de prensa en 2001 porque su agencia le pidió
dejar la banda tras aparecer informaciones de que tenía una relación.
“Si soy culpable de algo, es de haber conocido a alguien a quien amo”, dijo. “Tengo 32 años, ¿de acuerdo? Yo, Park Joon-hyung, tengo 32 años y tengo una novia”, agregó desconsolado.
Las expectativas se han ido relajando y muchas estrellas actuales han reconocido públicamente tener pareja, pero esto es un privilegio reservado para los artistas establecidos. Los recién llegados en esta industria tan competitiva, como el caso actual de la cantante Karina, reciben presiones para no quedar con nadie y poner en peligro su popularidad. Acusada de “traicionar” a sus fans y blanco de una campaña de acoso, la estrella de pop coreano publicó recientemente una humillante disculpa. ¿Su falta? Salir con el actor Lee Jae Wook, lo que a juicio de sus seguidores “arruinó” su carrera. Los ataques llevaron a esta cantante, integrante del grupo Aespa, a publicar una nota manuscrita para expresar sus “más francas disculpas a los seguidores”.
Muchas estrellas de k-pop empiezan a entrenarse de adolescentes y suelen tener prohibido tener pareja. Algunas celebridades han explicado lo solitario y represivo que puede ser este método. “Es realmente duro”, dijo Jennie, de la superpopular banda Blackpink, en un documental de Netflix. La fallecida cantante Sulli, que se suicidó en 2019 a los 25 años, pasó cuatro años de formación antes de debutar con la popular banda f(x) con 15 años.
En un documental biográfico publicado póstumamente el año pasado, reveló que al cumplir 20 años solo había dos cosas que quería hacer: “recibir terapia de un psiquiatra y tener citas”