Jefe, cómo te extraño
Cuando llega el día del padre, que en Honduras celebramos el 19 de Marzo y en México el 21 de Junio, en ambas fechas, ineludiblemente, echo mucho de menos al Jefe, como siempre le dijimos a mi padre. Fue él un inmigrante español que amó intensamente a México, donde vivió muchos años y donde crió junto con mi madre, también española, una familia de cinco hijos. Murió a los 98 años, cuando todos creíamos que llegaría a los cien. Daba muy pocos signos de senilidad, y siempre hablaba con mucha sensatez. Así que cuando yo viajaba a México y llegaba a verlo, me preguntaba por mis hijos, por Margarita, mi esposa, y especialmente por mis planes para el futuro. Enseguida me explicaba lo que él creía que debería de hacerse. Mientras platicábamos, recordaba tantas cosas que aprendimos mis hermanos y yo de él. Fue él quien nos enseñó a amar con sinceridad el país en que viviéramos, quien nos enseñó la importancia de respetar la familia. Hasta nos supervisó para que al dar reversa en un automóvil lo hiciéramos guiados por los espejos y no volviendo la cara. También nos hizo comprender que el trabajo no solo da ingresos, sino sentido a la vida. Yo me rasuro todos los días temprano, incluyendo los domingos. ¿Una costumbre heredada de él? Sí, como muchas otras. El ver a todo mundo con respeto sin importar su condición social, o saber que los problemas están hechos para resolverse, y no para sufrirse, etc... Hoy mi padre, el Jefe, reposa junto a mi madre bajo una fría lápida en el Cementerio Español de la Ciudad de México. Yo quiero agradecer a Dios por haberme dado un padre como él, y rendir en su memoria, un homenaje en su día a todos los padres responsables de Honduras. Es este el país en que vivo y que amo entrañablemente, donde he criado junto con Margarita a nuestra familia, cuatro hijos y seis nietos ya. A los hombres, nos da Dios el formidable privilegio de que junto con nuestra esposa procreemos nuevas vidas. Y junto con ello, como padres, nos da el compromiso de prepararles para que desarrollen esas nuevas generaciones, un mundo mejor que en el que hasta ahora hemos vivido.
sentir que ser padres es solamente una carga inevitable.
LaiLusióndeun mejormundo paraLoshijoses eLanheLodeun buenpadre
LONEGATIVO:
LOPOSITIVO:
sentir que ser padre es el privilegio de influir en nuestros hijos.