Diario La Prensa

Muro y canales

-

Agrandes males, grandes remedios, aconseja la sabiduría popular, aunque para ello señala que la necesidad agudiza el ingenio. Los desafíos son oportunida­des y para algunos países, como el nuestro, los aires adversos de Washington pueden constituir empuje favorable para confiar más en las propias fuerzas y hacer uso más eficaz y racional de los exiguos recursos. Las primeras muestras de la administra­ción republican­a en la Casa BLanca están bien claras y cuando se diga, planee y actúe es para ayer. En tiempos de muros, revisión comercial y políticas proteccion­istas la respuesta es iniciativa, búsqueda y acercamien­to a mercados en otras latitudes para lo que la producción industrial y agrícola deben contar con inversión, pero también con renovación en infraestru­cturas que acerquen más los mercados de millones de consumidor­es. El istmo centroamer­icano, incluido el sur de México, echa su mirada de un océano a otro en búsqueda de mercados europeos o del ámbito asiático. Al centenario y ampliado recienteme­nte canal de Panamá hay que sumar el proyecto en Nicaragua, adelantado ya, aunque no se ha dado respuesta favorable a la población que será afectada si no hay garantías en la defensa y protección del ambiente. A estas dos obras interoceán­icas hay que añadir otros dos canales, en estos casos “seco” , para unir del Pacífico con el Atlántico. En nuestro país se halla avanzada la carretera de cuatro carriles que unirá el litoral pacífico con la costa del Caribe. En México, y ante la cercana e irreversib­le política económica, comercial y migratoria, el Gobierno ha retomado el proyecto del canal seco, corredor ferroviari­o y vial entre el Golfo de México y el Pacífico, en la parte más estrecha de su territorio, el denominado istmo de Tehuantepe­c. El desarrollo e interés por esta zona es anterior a la llegada de Donald Trump, pero las condicione­s actuales hacen más oportuno el proyecto Transístmi­co que es respaldado por el gobierno de Enrique Peña Nieto. La apuesta no puede ser otra, desde lo nuestro, pues la fuerza de la globalizac­ión se debilita con políticas que revierten la situación y aquello de la aldea global, regresa a lo global de la aldea. Y qué sonoro y bonito se presenta el mensaje, como cuento de hadas, de ¡país feliz! en el que la causa y la culpa de los males la tienen los otros, los que llegan, los que no son “nuestros”, aunque quienes se jactan con la discrimina­ción y exclusión, no hace mucho también llegaron, ellos o sus antepasado­s. Ojalá la respuesta como reacción a la nueva situación surja de nosotros sin temor, con confianza colectiva y afianzamie­nto de la credibilid­ad en quienes nos gobiernan para que desde el trabajo, el sacrificio y la disciplina eliminemos la sumisión, revestida de espera, e identifiqu­emos nuevas rutas y alcanzable­s metas en el corto y mediano plazos.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Honduras