Más niños denuncian abusos de maestro de filosofía
Las declaraciones indican que Justo Pastor comenzaba ganándose su confianza regalando zapatos, ropa y dulces Los niños no hablaban entre ellos de los abusos
SAN PEDRO SULA. A raíz de que la Agencia Técnica de Investigación Criminal (Atic) y la Fiscalía de Protección a la Niñez acusaran al maestro Justo Pastor Aguilera Osorto por 11 abusos sexuales de niños, otros menores han denunciado las violaciones que sufrieron desde que tenían seis años. Los relatos hechos a especialistas son escalofriantes, pues las víctimas que ahora tienen en su mayoría 17 años recuerdan cómo su maestro Justo Pastor les ofrecía una mejor vida, pero se aprovechaba de los niños inocentes de lo que les haría. El hombre que comenzó a trabajar en 2008 en un centro de menores de San Pedro Sula comenzó a ganarse la confianza de los pequeños a quienes tenía la obligación de cuidarlos.
Investigaciones. Para llegar a los menores, que en su mayoría estaban abandonados por sus padres y en riesgo social, su maestro Justo Pastor les regalaba ropa, zapatos y golosinas. Investigaciones de la Atic señalan que Pastor estuvo en el centro de San Pedro Sula por unos años y luego se trasladó a Danlí, El Paraíso, para formar otro centro con el que supuestamente ayudaría a más niños. Pero con los meses del centro de San Pedro Sula comenzaron a huir los niños con los que Pastor tenía más afinidad. Las autoridades del centro de menores hicieron los respectivos informes de las fugas, pero no sospechaban para dónde se habían ido. Investigadores de la Atic, con los relatos ahora de los jóvenes de 17 años, confirmaron que ellos habían huido para casas que tenía el maestro en Danlí. En esa ciudad, Justo Pastor, que es licenciado en Filosofía, había formado una fundación llamada Casa Mis Nuevos Sueños. Según los agentes de la Atic, los niños que han estado por varios años en ese lugar afirman que Justo los tenía en casas de parientes de él. Aparentemente, en fotografías recolectadas en la investigación, Justo Pastor les da educación, vestuario y alimentos a los jóvenes que en su mayoría tienen 17 años. También la casa Mis Nuevos Sueños dirigida por Justo Pastor Aguilera recibe el apoyo de una universidad cristiana, así como de organizaciones y ciudadanos extranjeros que visitan el proyecto y conviven con los menores. Actualmente, la Fiscalía señala que había unos 10 menores de entre 6 a 17 años que estaban en Danlí. Pero los casos de violación llegaron a las autoridades tras una denuncia, pues uno de los niños había huido para refugiarse en la casa de Justo Pastor. Tras la búsqueda del menor, las autoridades se encontraron con relatos de los jóvenes que contaban los abusos que habían pasado. A los investigadores que han entrevistado a 13 niños les ha sorprendido que pese al abuso sexual que sufrían dentro de los centros nunca comentaron entre sí lo que vivían, pues preferían tener un techo donde vivir. Algunos que salieron del centro eran vistos limpiando vidrios de carros en los semáforos y durmiendo en las calles, por lo que el hogar Mis Nuevos Sueños era su única opción.
El delito de violación especial tiene una pena de 15 a 20 años de prisión y en concurso ideal con actos de lujuria la pena es más alta.