Ya son 60 mujeres asesinadas en lo que va de 2017
El viernes en San Pedro Sula, pandilleros ultimaron a la propietaria de una distribuidora de pollos La mayoría de feminicidios están en la impunidad
La mayoría de los feminicidios en Honduras están en la impunidad. Francisco Morazán y Cortes siguen como los más violentos.
SAN PEDRO SULA. Los ataques contra mujeres siguen latentes en el país, solo la noche del viernes dos mujeres fueron asesinadas casi simultáneamente en la Ciudad Industrial y Tegucigalpa. Hasta la fecha en lo que va del año al menos 60 mujeres han muerto de forma violenta y la mayoría de los casos están en la impunidad. El año pasado, alrededor de 470 mujeres entre los 15 y 39 años de edad fueron asesinadas en distintas partes de Honduras, el 60% de los casos fueron víctimas de sus compañeros o excompañeros sentimentales. Las ciudades de Tegucigalpa y San Pedro Sula son las de mayor incidencia de muertes violentas de mujeres. En la colonia Céleo González, de la zona norte, sujetos fuertemente armados que viajaban en una motocicleta asesinaron a balazos a Ela Beatriz Villalobos, quien era propietaria de una distribuidora de pollos. La mujer de apenas 20 años fue atacada en su propio negocio, los vecinos la caracterizaron como una muchacha empren-
dedora, que tenía muchas aspiraciones y que trabajaba incansablemente para salir adelante con su familia. A pesar de que al lugar del crimen llegaron varios equipos de las Policías Militar y Nacional, por el feminicidio no se reportaron personas capturadas, por lo que su muerte está impune. El motivo del asesinato podría ser la extorsión, ya que en la zona de
las colonias Céleo González y la Planeta predomina la pandilla 18 y son los que tienen en zozobra a los comerciantes con los cobros de “impuesto de guerra”. Casi a la misma hora en la colonia San Miguel de Tegucigalpa, otra mujer fue atacada por desconocidos que sin hablarle le dispararon hasta matarla. El hecho ocurrió a pocos metros de la posta policial, algunos
pobladores identificaron a la víctima como Pamela, pero por temor a represalias no dieron más detalles a las autoridades que llegaron al lugar del crimen.
En aumento. Según estadísticas de las organizaciones protectoras de las mujeres, cada 16 horas una mujer muere de forma violenta en el país y en comparación a datos de años anteriores, las cifras van en aumento. María Luisa Regalado, representante de la Colectiva de Mujeres Hondureñas (Codemuh), lamentó que las mujeres son torturadas, violadas y después asesinadas. El 95% de los asesinatos están en la impunidad, lo cual da luz verde a los que se dedican a cometer este tipo de delitos para seguir haciéndolos. “Los responsables de investigar y de hacer justicia están haciendo casi nada, el nivel de impunidad es demasiado alto y el Gobierno es quien debe estar preocupado por la violencia a las mujeres”, expresó Regalado. Las representantes de organizaciones de protección a las mujeres mantienen luchas constantes por la protección a los derechos, ya que los asesinatos no se pueden justificar por ningún motivo. “Lo que más preocupa es que las estadísticas van aumentando, ya que solo en el monitoreo de dos medios de comunicación nacional, en enero ocurrieron 20 crímenes contra mujeres y febrero se contaron 38, lo que significa que van en incremento”, agregó la representante de Codemuh. Representantes del Centro de Derechos de la Mujer indican que en los últimos dos años disminuyeron los asesinatos, pero en cifras mínimas y lo más alarmante es que de todas las muertes solo el 4.6 de los casos están judicializados. Los mayores problemas que afectan a las mujeres es que no solo son víctimas de violencia física, también sexual y económica porque hay muchos casos en que los hombres las abandonan con sus hijos y al querer proceder legalmente contra los victimarios, estos toman represalias que muchas veces terminan en asesinatos. Defensores de derechos humanos señalan que la violencia contra las mujeres en cualquiera de sus formas y en todos los ámbitos se constituye en una flagrante violación a sus derechos humanos y libertades fundamentales. Lamentaron que el Estado aún no tenga estrategias de carácter preventivo ni investigativo.