¡Silencio!
Con el ordeno y mando, siguiendo el mandato de la ley, el Tribunal Supremo Electoral recordó ayer, lunes, que hoy desde las doce de la noche, en cumplimiento a lo establecido en los artículos 144 y 149 de la Ley Electoral y de Organizaciones Políticas, entró en vigencia el silencio electoral para un período de reflexión en el que los electores, además de recuperar la tranquilidad, no tan afectada como en las elecciones generales, se centren en los programas de gobierno de cada candidato, sean liberados de la andanada de acusaciones para suplir las carencias propias y llegar el próximo domingo con el ánimo suficiente para superar la negatividad. No es el ambiente de la contienda general, pues ahora en cada uno de los partidos no alcanza ni en los medios ni en las concentraciones la dimensión ni la atracción que logran cuando cada instituto político, en torno a sus candidatos, desarrolla la campaña unido, con direcciones en los distintos niveles y organizaciones en los ámbitos nacional, departamental y local hasta alcanzar las poblaciones más lejanas, donde el acceso queda restringido al cayuco, a la avioneta o al caballo. Hay toda una movilización que culmina en horas de la noche del último domingo de noviembre con el escrutinio en las mesas, en el centro electoral y comunicación de los resultados a la junta central. Con el silencio ordenado a partir de la medianoche queda a la vista la recta final, se inicia la cuenta regresiva que el próximo domingo ofrecerá los resultados, para algunos con el factor multiplicador; otros puede que tengan elementos de suma, y habrá también quienes analicen la operación aritmética y concluyan que han restado, pero si es la voluntad de los votantes habrá que aceptar con hidalguía, con voluntad de superación y con firmes deseos de aprender la lección que inicia en no creerse el mejor y mesías. Al tiempo en que se publicita el contenido de los artículos 144 y 149, el TSE ha iniciado la distribución del material electoral a los organismos locales y, posteriormente, a los centros de votación para que dispongan de todo lo necesario y la jornada se desarrolle, desde la apertura de centros y habilitación de las mesas hasta el cierre con el acta del resultado del escrutinio, con éxito para el fortalecimiento de la democracia representantiva en camino hacia la participativa, por medio de la cual los hondureños no tengan que esperar cuatro años para ser llamados a las urnas. El comunicado del TSE es claro, pero en estos tiempos de tecnología, de web y redes sociales hay un gran hueco que será aprovechado para seguir en campaña confrontativa y eludir el mandato legal.