Campañas entre ética y honestidad
¿Cómoesposible quelosmismos investigadores dependan finanCieramente yjerárquiC amente delos investigados? ohaypartido polítiCoqueno hayareCibido suCuotadelas deClaraCionesde miami
Cuánto hará falta para que un país señalado como el más corrupto del mundo finalmente reaccione y tome decisiones que toquen los puntos más neurálgicos de la corrupción tanto pública como privada, cuánto se tiene aún que mencionar, cuántas pruebas se tendrán que aportar, cuántas Maccih se tendrán que instalar para que el Estado diga presente con acciones y prácticas que hagan transparente la función pública. Puede parecer increíble, pero hay prácticas corruptas dentro del estamento público que son tan conocidas que ya no se consideran corrupción, sino parte de un proceso, un mero trámite. La gente habla de que para que un pago salga rápido en la Secretaría de Finanzas hay que tener un contacto y hay que pagarle un soborno, pero ya a nadie escandaliza, pero esto se da siempre y siempre ha existido; sin embargo, aquí nadie dice nada. Claro, es diferente cuando se dice en un tribunal extranjero, exponiéndolo ante el espejo del mundo entero como una más de las prácticas de un país cuyos hechos más notorios en el mundo son precisamente los de la corrupción. Y para consumo interno, para adormecernos como siempre, habrá alguna que otra comisión ad hoc, especialmente para el tema, con una integración tal que garantizará la transparencia y la honestidad de sus investigaciones. Si se trata de diputados, entonces la integrarán diputados; si se trata de jueces y magistrados será integrada por otros jueces y magistrados. Y el presupuesto para esa comisión o para esa nueva unidad de dónde saldrá. Por supuesto, ese presupuesto saldrá de la misma entidad investigada, es así como funcionan las cosas aquí. Por ejemplo, los magistrados de la Corte Suprema de Justicia nombran inspectores para que los investiguen a ellos, estos son pagados por el mismo presupuesto de la Corte y esos mismos inspectores están sujetos a ser destituidos de sus cargos si alguna de sus investigaciones no les gusta a aquellos que los han nombrado en el cargo. Esa es la independencia y la transparencia con que se trabaja en Honduras. Algo así como un “asunto de compadre hablado”, como lo dice la población. Es decir, mientras no haya mecanismos que realmente tengan independencia financiera y por ende de actuación difícilmente se podrá combatir la corrupción. ¿Cómo es posible que los mismos investigadores dependan financieramente y jerárquicamente de los investigados? Esto no puede funcionar, los nombrados están allí cuidando sus puestos, cuidando sus salarios y cuidándole la espalda a quienes los han patrocinado; esto ha sido siempre así. Ahora bien, con todo lo que se dice en Miami sobre la clase política proveerá esta novela extranjera suficientes insumos para que la campaña política dé un giro radical hacia el tema de la corrupción, no lo creo. Los políticos subestiman de tal forma el intelecto de la población que creen falsamente que abordar temas anticorrupción es más para efectos de entretenimiento público que de un debate serio sobre transparencia en la función pública. Traerán a la palestra política el tema de los sobornos y la corrupción por parte de los políticos, parece imposible, no hay partido político que no haya recibido su cuota de las declaraciones en Miami. Muchos creían que al haber un Partido Anticorrupción las denuncias sobre este tema serían tema del día a día, que una institución que levantó como bandera la lucha contra este flagelo sería capaz de poner una lupa sobre los asuntos públicos, pero no sucedió ni lo uno ni lo otro. Aquí cada vez que alguien acusa por corrupción, la respuesta lógica del acusado es ya conocida: que presente las pruebas; allí están las autoridades para proceder. Claro, sabe perfectamente que nadie se atreverá a presentar las pruebas, y en todo caso tampoco la autoridad tiene interés alguno en proceder, pero qué pasará ahora. Allí están las pruebas, pero entonces qué hará la autoridad.