PREVENCIÓN CONSEJOS PARA RECUPERARSE DE UN INFARTO
Hacer ejercicio diario, alimentarse bien y tomar medicamentos mejoran el funcionamiento de su corazón
ESPAÑA. “Un infarto se produce debido al taponamiento completo de una arteria coronaria”, señala Jorge Ros, jefe de la Unidad de Cardiología del Hospital Ruber Internacional de Madrid. El especialista explica que este taponamiento tiene lugar sobre una placa de ateroma, es decir, sobre un cúmulo de grasas, células, y otras, que se van depositando en las paredes de una arteria durante meses o años y que la va taponando poco a poco. El infarto sobreviene “cuando sobre esa placa se forma un coágulo que ya obstruye la arteria del todo, de modo que hay una zona del corazón que deja bruscamente de recibir sangre y, por lo tanto, deja de funcionar”, describe el doctor Ros. “Al mes de recibir el alta de un infarto, la mayoría de pacientes hace una vida bastante normal. También depende de la extensión del infarto, de lo que haya afectado a la masa ventricular y de qué actividad ejercía el paciente”, detalla Jorge Ros. El cardiólogo hace hincapié en la importancia de actuar con rapidez, “en las primeras dos o tres horas, para intentar desobstruir la arteria que está produciendo el infarto”, apunta.
Proceso. Asimismo, el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de Estados Unidos subraya que el tratamiento para el infarto de miocardio funciona mejor cuando se administra inmediatamente después de que se presenten los síntomas. “Si usted recibe ayuda rápidamente, el tratamiento puede limitar el daño del músculo cardiaco. Un daño cardiaco menor aumenta las probabilidades de tener una mejor calidad de vida después del ataque cardiaco”, manifiesta esta entidad. “Las causas de un infarto de miocardio son los denominados factores de riesgo cardiovascular: el tabaco, la hipertensión, la diabetes y los trastornos del metabolismo de los lípidos, especialmente las subidas de colesterol. También intervienen, aunque en menor medida, el sedentarismo y el estrés”, expone el doctor Ros.
Efecto. El cardiólogo señala que, cuando se ha tenido un infarto, es necesario controlar o corregir todos estos factores de riesgo coronario. “Se trata de controlar los factores de riesgo cardiovascular para que no se vuelvan a producir lesiones en las arterias. Hay que hacer una vida sana, con una dieta saludable y algo de ejercicio físico”, aconseja. Además, el doctor Ros puntualiza que, después de un infarto, la gran mayoría de los pacientes tiene que seguir un tratamiento farmacológico, que puede variar dependiendo de cada caso, y que es importante para que no vuelva a ocurrir un episodio de características similares. Respecto al riesgo de que el infarto se repita, el experto afirma que es muy variable y que depende de cada paciente y de los factores de riesgo cardiovascular previos que tenga. “Si una persona tenía como único factor de riesgo cardiovascular el tabaquismo y deja de fumar, las probabilidades de que vuelva a tener un infarto son casi nulas”, expresa. No obstante, el cardiólogo aclara que en el infarto de miocardio también intervienen cuestiones genéticas. “Hay pacientes que no tienen ningún factor de riesgo cardiovascular y que acaban sufriendo un infarto por razones hereditarias, debido a una predisposición congénita a tener alteraciones en las arterias coronarias”, comenta. “Si conseguimos parar un infarto en las primeras horas, es decir, si logramos desatascar la arteria que está obstruida, el pronóstico es siempre mucho mejor”, afirma el cardiólogo. El tiempo que cada persona tarda en recuperarse y volver a sus actividades co- tidianas tras un infarto es muy variable. Depende de la localización del infarto y de la extensión del corazón que se haya visto afectada y el tratamiento precoz, subraya el doctor Ros.
“El paciente que fuma debe dejar de hacerlo; el paciente diabético, controlar muy bien el azúcar; el hipertenso, tener mejor controlada la tensión arterial y, aquellos con alteraciones de los lípidos, mantener a raya el colesterol y los triglicéridos”, indica Jorge Ros.
Consejos. “Es una barbaridad transmitirle a un paciente la idea de que después de un infarto ya no va a poder tener relaciones sexuales, porque no es verdad”, aclara el doctor Ros. El especialista insiste en que lo que no se debe hacer si se ha tenido un infarto es fumar. Tampoco hay que consumir grasas de origen animal en exceso, para evitar que suban los niveles de colesterol y triglicéridos, ni hacer ejercicio físico muy intenso, es decir, ejercicios violentos. En cambio, “el ejercicio suave, aeróbico, dinámico es muy aconsejable, pero siempre reintroducido de una manera progresiva”, puntualiza el cardiólogo. Del mismo modo, recomienda llevar una dieta saludable y tratar de evitar el estrés en la medida de lo posible. Se puede llevar una vida normal.