Gracias, monseñor Rómulo
LA HUMILDAD RECONOCELA LIMITACIÓN DE LAS FUERZAS Y EL GRITO PROFÉTICO DE LA VERDAD
El pasado martes 21 de marzo se hizo pública la noticia de la aceptación de la renuncia de su excelencia mon señor Rómulo Emiliani CFM, hasta ese día obispo auxiliar de la diócesis de San Pedro Su la, por parte de su santidad Francisco, anuncio que sorprendió a unos y entristeció a muchos más. Como sacerdote he recibido de él consejos y apoyo in condicional, he visto su ejemplo de entrega sin medida, por un pueblo que adoptó como suyo, con corazón de padre y pastor con olor a oveja y como él mismo dice a oveja degollada por la violencia, la marginación y la pobreza. Como cristianos, hijos fieles de la iglesia debemos respetar la decisión de quien sintiéndose llamado por el Señora servir a Dios y al pueblo de manera distinta, desea en la etapa postrera de su vida, “concentrarse en lo esencial ”. De igual forma estamos llamados a descubrir en este gesto de humildad, que reconoce la limitación de las fuerzas humanas, un fuerte grito profético, que nos conduce a la verdad, pues mientras el mundo idolatra el poder y se aferra a él, empalagándose con los honores y embelesándose con los títulos, los auténticos hombres de Dios renuncian a ellos, pues quien se gasta y se des gasta por los demás sin esperar nada a cambio, descubre que el verdadero poder está en el servicio. Mi más honda gratitud a este hombre de Dios extraordinario, heraldo del Evangelio y apóstol de la misericordia. Gracias monseñor Rómulo por tanto amor entrega doy do nado, gracias por su testimonio sacerdotal, gracias por darle techo y comida a tantos niños, oportunidad de vida, estudio y trabajo a tantos jóvenes y sobretodo gracias por ayudarnos a creer que el corazón del Ser Humano tiene esperanzas de con versión y salvación mientras haya vida en él. Que Dios le bendiga.