Cadena perpetua para “El Chacal” por atentado de 1974 en París
El terrorista venezolano fue condenado por un atentado cometido el 15 de septiembre de 1974
PARÍS. El venezolano Ilich Ramírez Sánchez, alias Carlos “El Chacal”, figura del terrorismo internacional de los años 1970 y 1980, fue condenado este martes a cadena perpetua por un atentado cometido en París hace más de 40 años. Se trata de la pena máxima que prevé la ley francesa y corresponde a la solicitud de la fiscalía, que consideró que “todos los elementos reunidos durante la investigación convergen hacia él”. Carlos, quien reivindica haber matado con su organización a 1,500 personas, de las cuales 80 con sus propias manos, niega toda implicación en este atentado con granada cometido en pleno corazón de París, que se saldó con dos muertos y 34 heridos. Encarcelado en Francia desde que fue capturado en 1994 en una operación del espionaje francés en Sudán, este antiguo activista por la causa palestina purga ya dos condenas a perpetuidad por un triple homicidio en 1975 en París y por cuatro atentados cometidos también en Francia hace treinta años.
Condena. Pese a la ausencia de pruebas materiales de su implicación directa en el atentado del 15 de septiembre de 1974 contra el Drugstore Publicis del bulevar Saint Germain, el tribunal consideró probada su responsabilidad. En primer lugar, porque él estaba al frente de la rama europea del Frente Popular de Liberación de Palestina ( FPLP), que organizó un secuestro en la embajada francesa de La Haya ejecutado desde dos días antes por miembros del Ejército Rojo Japonés, que reclamaban la liberación de uno de sus miembros arrestado en en el domicilio parisino de la novia que tenía entonces Ramírez Sánchez se encontró otra granada de ese mismo lote. Además, recordaron que él mismo había reivindicado esa acción en un diario árabe y que uno de los miembros de su grupo de entonces, el terrorista arrepentido alemán Hans Joachim Klein, lo ha presentado como el autor de aquellos hechos.
En su defensa. En su última declaración antes del veredicto, Carlos, que acostumbra pronunciar largos soliloquios de varias horas, sorprendió al tribunal con un monólogo de apenas treinta minutos en el que trató de desacreditar un proceso “irregular”. “Es absurdo celebrar un juicio 43 años después de los hechos”, declaró “El Chacal”, vestido con una elegante chaqueta negra, que ahora con 67 años luce el pelo completamente blanco. “No soy un inocente, pero este proceso es un absurdo desde todos los puntos de vista”, subrayó el venezolano. Evitó, como suele hacerlo, pronunciarse sobre su vinculación con los hechos y lo justificó afirmando que “los fedayín tienen reglas”, en particular la de “no chivarse” y no hacer confidencias a la policía.