‘Crecimiento promedio del país es de 3.5%’
La proyección para este año es tener un nivel de inflación más alto que el registrado en 2016
Los cambios políticos y el endurecimiento de los controles migratorios en Estados Unidos podrían incidir en el ingreso de las remesas familiares, según la percepción de Hugo Noé Pino, economista sénior del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi).
¿Qué tan controlado está el nivel de inflación en el país?
La verdad es que en los primeros tres meses de este año está señalando un aumento al pasar de 2.48% en 2016 a 3.94% en 2017, en la inflación interanual. La proyección para este año es tener un nivel de inflación más alto que el registrado en 2016.
¿Todos los cambios y problemas políticos que se registran en Estados Unidos pueden afectar el ingreso de remesas que recibe el país?
Hay mucho temor entre los migrantes hondureños que residen en ese país por las deportaciones que se están registrando. Sin duda eso se verá reflejado en la captación de divisas. Hasta el primer trimestre no se ha visto ningún efecto, pero de continuar y de adoptar el Gobierno de EUA nuevas medidas que penalicen la presencia de los inmigrantes, obviamente, sí habrá un impacto en las remesas.
¿Esas políticas también tendrán un efecto en la economía hondureña?
Claro que sí, las remesas forman parte de la variable consumo que es un elemento muy importante para impulsar el crecimiento económico del país. Por otro lado, en las exportaciones también pudiese haber algún efecto negativo si EUA pone algún tipo de restricciones en las importaciones que realiza. No obstante, eso lo veo menos probable porque una parte importante de las compras que realiza ese país a Honduras, es de productos agrícolas que no compiten con la mano de obra norteamericana.
¿El Banco Central de Honduras proyecta un crecimiento económico de 3.7%, es bueno ese porcentaje para el desarrollo que requiere el país?
No, Honduras, tal como lo han señalado los organismos internacionales como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), se encuentra en un proceso de bajo crecimiento, presentando un avance promedio de 3.5% en los últimos cuatro años, contando el 2017, un ritmo insuficiente para reducir el desempleo y la pobreza que registra el país. Esto quiere decir que los déficits se van acumulando.