Terroristas atacan er concierto de Ariana Grande
Al menos 20 muertos en Machester, Inglaterra
LONDRES. El terrorismo vuelve a ensañarse con la juventud. Un concierto de la cantante estadounidense Ariana Grande se convirtió en una carnicería tras la explosión de dos bombas en las afueras del Manchester Arena al término del recital. Al cierre de esta edición se reportaban 19 muertos y 50 heridos tras el ataque, según confirmó la Policía de Manchester en un comunicado, precisando que consideraban el hecho “un atentado terrorista hasta que se pruebe lo contrario”. Un funcionario estadounidense informó a la cadena CNN que se identificó a un hombre en la escena de la explosión, quien se investiga como el posible suicida que detonó las bombas. Videos divulgados en redes sociales mostraron los momentos de pánico que se vivieron en el estadio tras la explosión. Las imágenes muestran una estampida de jóvenes intentado salir del recinto, algunos ensangrentados, y policías corriendo hacia el lugar tratando de evacuar a la multitud. Un portavoz del sello discográfico de la cantante estadounidense dijo que ella se encontraba bien. Ariana Grande es una cantante de música pop que tiene un gran tirón entre los adolescentes, y el público que asistió al concierto, a juzgar por los primeros testimonios, no superaba, en su mayoría, los 20 años. Apenas, cuatro horas más tarde de la primera explosión, la Policía informó de que iban a hacer estallar lo que pensaban que podía ser una bomba, pero al final resultó tratarse de ropa abandonada. Los responsables del estadio afirmaron que el suceso ocurrió “en el espacio público” cuando “la gente estaba abandonando el espectáculo”. “Ariana Grande acaba de retirarse tras el telón y habían encendido las luces cuando hubo esa gran explosión y una nube de humo. Vi a cinco personas ensangrentadas”, relató un joven de Sheffield (norte de Inglaterra). “Es tan triste, estaba lleno de muchachas jóvenes hermosas, de muchachos, familias”, explicó Jenny Brewster, que había acompañado a su hija a su primer concierto. Otra espectadora, Isabel Hodgins, dijo que “olía a quemado, había mucho humo cuando salimos”. “Estamos aterrorizadas, tuvimos suerte de salir sanas y salvas”, añadió. La empresa ferroviaria National Rail suspendió el servicio. En tanto, particulares y hoteles ofrecieron habitaciones a los asistentes al concierto. En Twitter, la etiqueta “RoomForManchester” (“Habitación para Manchester”) se convirtió en uno de los temas más comentados. Además, muchos taxistas de la ciudad se acercaron a los aledaños del recinto para ofrecer viajes gratis a los asistentes.
Reacciones. La primera ministra británica, Theresa May, condenó el “horrible ataque”. “Trabajamos para determinar todos los detalles de lo que está siendo investigado por la Policía como un horrible atentado terrorista”, dijo May en un comunicado. En la misma línea se pronunció el líder de la oposición, Jeremy Corbyn. “Mis pensamientos están con todos los afectados y con nuestros eficientes servicios de emer- gencia”, escribió Corbyn en la red social Twitter. Varias cantantes estadounidenses también recurrieron a las redes sociales para expresar su apoyo a Grande y sus condolencias por las víctimas. “No tengo palabras para describir cómo me siento sobre lo ocurrido en Manchester. No quiero creer que el mundo en el que vivimos pueda ser tan cruel”, escribió en Twitter el cantante Bruno Mars. “Rezando por cada uno de los asistentes el show de Ariana Grande”, dijo Katy Perry. El grado de amenaza de atentados en el Reino Unido es “severo”, el segundo más alto en la escala de las autoridades, y significa que es altamente probable que haya ataques de este tipo. El último atentado que sufrió Inglaterra se produjo en marzo, cuando un hombre embistió con su auto a los transeúntes que paseaban cerca del Parlamento, antes de matar a un policía, dejando en total seis muertos.