Diario La Prensa

El niño y el perro

Losniñosde­La caLLesobre­viven privadosde­La atenciónfa­miLiar ydeprotecc­ión deLestado

- Sergio Zavala Leiva szavalalei­va@gmail.com

No me refiero aun cuento infantil o a una clásica fábula de E sopo, sino que ala cruda realidad que viven unos 15,000 niños en Honduras que han sido abandonado­s a su suerte y que por vivir en las calles y arroparse con las noticias y los editoriale­s, comodijera­Neruda, son llamados“niños del acalle ”, quienes para sobrevivir buscan entre la basura algo que puedan comer. Un vivo ejemplo de ello es la conmovedor a historia del menor indigente que fue encontrado, según reportaje de este diario, durmiendo en las acera s de Tegucigalp­a con su fiel mascota, un perro de la raza pastor alemán, yqueLa Prensa ilustró con una fotografía en donde ambos aparecen abrazados, de mostrando el fuerte vínculo entre ellos, dándose mutuamente ternura y protección. Este flagelo no es nuevo, ha existido siempre, yes poco o casi nada lo que las autoridade­s gubernamen­tal es hacen para erradicarl­o. Siendo más bien la clase política y los funcionari­os corruptos los culpables de este fenómeno social al sustraer de las arcas del Estado por el arte debirlibir­l oque centenares de millones delemp iras que deberían emplearse para la ejecución de obras sociales en el país. Y, aun así, no les alcanzó el cuatrienio para engrosar sus bolsillos, por lo que pretenden otros cuatro años más .¿ Cuántos centros para la recuperaci­ón de niños, hospitales infantiles y escuelas se hubieran construido sino hubieran desfalcado los fondos del Seguro Social ?¿ Cuántos comedor es para niños indigentes como el caso referido por este diario podrían estar funcionand­o si los directivos de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica(Enee) nohubieran desviado más de 143 millones de lem pirasen la adjudicaci­ón de su puestas obras para la construcci­ón de viviendas en el proyecto hidroeléct­ricoPatuca­IIIen asociación ilícita con la banda criminal de los Ca ch ir os? Los niños del acalle viven en las principale­s ciudades de nuestro país, privados de la atención de un familiar y de la protección del Estado. Viven en edificacio­nes abandona das, en cajasdecar­tón, osimplemen­te enlasacera­s, comoelmeno­rque motiva este comentario, quienes en la generalida­d de los casos están relacionad­os con la mendicidad y son objetos de abusos y explotació­n, por esos son altamente vulnerable­s y deberían gozar de la protección prevista por nuestra Constituci­ón y las leyes internacio­nales que velan por sus derechos. Si bienes cierto que tenemos una legislació­n especial, pero esta es papelmojad­o. Contamosco­nuna institució­n creada para velar por las condicione­s y la re inserción de los niños en situación ir regular, pero solo sirve para proporcion­ar trabajo a los activistas políticos ysusfamili­ares, encuyaplan­illa se eroga la totalidad de su presupuest­o, quedando nada para estos infantes.

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