“LA TAIMER”, EL TERROR DE CHAMELECÓN
Se dedicaba al cobro de millones de lempiras de extorsión
Jennifer Mayanin Aguilar Perdomo, alias la Taimercita, aparenta ser una mujer modesta e inofensiva, pero ella, con su terrorífica tranquilidad, hacía temblar a decenas de propietarios de negocios de más de 50 colonias de Chamelecón. Revestida de un poder basado en el crimen, cada semana, la Taimercita o la Taimer se presentaba a los negocios de este populoso sector portando en sus manos una lista de todas sus víctimas. A diferencia de sus homies (otros integrantes delamara) queportanarmas, ellasolamente llevaba consigo un papel y una pluma para tachar los nombres de los que se ponían al día con la colaboración, como le llaman ellos a la extorsión. Aquí en Chamelecón, los dueños de pulperías y tiendas medianas no podían escapar ante la mirada de esta mujer de 22 años que ahora está presa en el presidio sampedrano. Sin hacer preguntas y comentarios, le entregaban la cuota de extorsión exigida por la organización criminal Varrio 18. Entre diciembre de 2015 y marzo de 2017, “la Taimer” recogió varios millones de lempiras y los introdujo en el Centro Penal de San Pedro Sula, donde se encontraba recluido su marido, el peligroso Miguel Ángel Ramírez Herrera, conocido en la mara como Taimer. El 13 de noviembre de 2015, agentes de la Agencia Técnica de Investigación Criminal (Atic) capturaron en Chamelecón a Ramírez Herrera, actualmente con 25 años de edad, porque las autoridades lo responsabilizan del asesinato de Emerson Jair Carbajal Cuéllar (36). La noche del 16 de octubre de 2013, aproximadamente a las 9:30, en la colonia 15 de Septiembre, de Chamelecón, Taimer roció a balazos a Cuéllar con una subametralladora Uzi, conforme a la acusación. Para ejecutar ese asesinato a sangre fría, “el Taimer” envió a otro marero, conocido como el Mudo, a la casa de Cuéllar para que lo conminara a salir a la calle. “El Mudo” le “tiró barrio” (le hizo señas con las manos) a Cuéllar y él confiadamente salió sin imaginar lo que le esperaba. Tras cruzar la puerta de la casa, “el Taimer” le descargó varias ráfagas de la Uzi. Al escuchar los disparos, la familia de la víctima salió corriendo y escapó por la puerta trasera. Los familiares de Cuéllar, que se desangraba en el suelo, lograron evadir la muerte porque, en ese momento, una patrulla policial circulaba por la colonia. Desde marzo, junto con otros cabecillas,“elTaimer” seencuentraenlacárcel de máxima seguridad de El Pozo, a donde “la Taimercita” nunca logró entrar dado las restricciones extremas impuestas por el Instituto Nacional Penitenciario (INP). Cuando “el Taimer” se encontraba en el presi- dio de Cabañas, en San Pedro Sula, esta mujer se comunicaba mediante celular y lo visitaba con frecuencia para entregarle el dinero, tenis, ropa y otros objetos que le permitían gozar de una vida con comodidades dentro del módulo penitenciario ocupado por unos 500 miembros de la 18. Pese a que ella perdió comunicación con su marido y con toda la estructura de líderes, porque ahora están en El Pozo, ella continuó cobrando la extorsión entre abril y mayo. Una parte del dinero era utilizadoparasusgastosy otra cantidad la recibían los miembros de la clica de la colonia Eben Ezer. Sus homies utilizaban el dinero de la extorsión para comprar marihuana, la drogamásconsumidaporesta organización llamada la gran familia dieciochera, y suministrarse de armas para continuar ejecutando crímenes en otros sectores de la ciudad. El 16 de mayo, agentes de la Fuerza Nacional Antiextorsión (FNA), que le seguían los pasos desde hacía varios meses, capturaron a Aguilar Perdomo en la Eben Ezer, una colonia que es dominio de la mara 18, después de despojar de dinero a, por lo menos, tres personas que había extorsionado en ese momento. Las autoridades le decomisaron dos teléfonos celulares y L5,000 (cinco billetes de 100 y nueve de 500). Desde entonces, ella permanece privada de libertad a la espera de un juicio. “Estamujerextorsionabaenmásde50colonias del sector Chamelecón y era temida porque tiene una relación con un cabecilla de la mara 18”, dijo Leadro Flores, jefe de la FNA en San Pedro Sula. Extorsionar era, para esta mujer, un actividad cotidianaquevolviórutinaria, pues, hastaeldía de la captura, la ejercía en plena impunidad. Todos los días salía de la Eben Ezer, un reducto de la 18, a recorrer todo el sector, explotado económicamente por esa mara. En una semana lograba recaudar alrededor de L30,000; en un mes, L120,000, y en un año, al menos un millón y medio de lempiras. “La Taimercita”, de tez trigueña y sin tatuajes visibles, inclusive, recolectaba la extorsión en la colonia 15 de Septiembre, donde su marido cometió el crimen. Esta colonia, que actualmente está bajo el control de la 18, ha sido escenario de enfrentamientos con armas de guerra, como fusiles AK-47 y granadas, con integrantes de la MS-13 que han intentado expandir su territorio.