Sueldos y salarios
Nos ha llamado la atención los sueldos de los principales burócratas que rodean al presidente Donald Trump, pues ganan relativamente menos que los altos funcionarios de nuestra irreverente Honduras. De acuerdo con divulgaciones oficiales el 40% de los funcionarios que trabajan en la Casa Blanca ganan alrededor de 100 mil dólares al año, unos 8,333 dólares al mes. Algunos colaboradores adinerados de Trump no reciben ningún tipo de salario, empezando por el mandatario norteamericano que lo dona a instituciones públicas, lo que contrasta con la realidad hondureña en donde tienen tantas prebendas y jugosos salarios que hasta se van a reelegir, en un afán para continuar –dicen ellos-- “sacrificándose” por nuestro país. El documento divulgado revela que la nómina presidencial se redujo de 489 que trabajaban con Obama a unos 377 en la era Trump, lo que en Hondu- ras es al contrario, en cada administración el presupuesto general tiene que ser ampliado para darle cabida a tanto activista político o a los miles de “paracaidistas” y “asesores” que forman parte del gobierno central y que solo llegan a recibir su cheque mensual. La partida presupuestaria hondureña es altamente excesiva, se pagan unos 38 mil millones de lempiras para cubrir los sueldos y salarios de todo el aparato gubernamental, en la cual se incluye la partida confidencial que a manera de dádiva o prebenda se le otorga al presidente de la república, sin que tenga que darle cuentas a nadie. El Fondo Monetario Internacional (FMI), en sus constantes recomendaciones, que, por supuesto no se acatan, ha sugerido racionalizar estos gastos, inclusive reducir la masa salarial a que nos referimos para ampliar el rubro que debería destinarse al gasto social y a la infraestructura del país, y dictar medidas para la contención del gasto público, tal como el presidente Ricardo Maduro lo hizo en su mejor época. En la presente administración existen, según el Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP) 396 cargos calificados como altos funcionarios, que laboran en 92 instituciones del Estado, de estos unos 120 de ellos devenga más de 100 mil lempiras mensuales, algunos hasta casi 200 mil lempiras, lo que prohíbe la Ley de Fortalecimiento de los Ingresos, Equidad Social y Racionalización del Gasto, que viene a ser papel mojado porque tristemente no se cumple. Y de todo esto, ¿Qué dicen, los candidatos y candidotes que corren por la presidencia de la república? Sencillamente nada, porque la fiesta continúa y mientras tanto 835 mil familias hondureñas pobres subsisten con menos de un dólar diario.
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