Putin insiste en que no interfirió en elecciones de EUA
El presidente ruso, en el primer cara a cara con su homólogo estadounidense, le afirma que Moscú no interfirió en las elecciones de EUA Radicales desatan “infierno” en Hamburgo
Los presidentes Donald Trump y Vladimir Putin se reunieron por vez primera ayer en el marco de la cumbre del G20 de Hamburgo, asediada por los manifestantes, y a pesar de su “buena química” trataron sin tapujos las presuntas interferencias rusas en la campaña electoral de 2016. “El presidente abrió la reunión evocando la preocupación del pueblo de Estados Unidos sobre la interferencia de Rusia en las elecciones de 2016”, indicó el secretario de Estado Rex Tillerson a la prensa tras dos horas y cuarto de encuentro. “Tuvieron un diálogo muy enérgico y extenso sobre la cuestión. El presidente le preguntó más de una vez sobre la implicación rusa. El presidente ruso negó cualquier implicación”, añadió Tillerson, que estuvo presente en el encuentro y destacó la “buena química” entre ambos. “Había tantas cuestiones sobre la mesa... Trataron de todo... Ninguno de los dos quería parar”, aseguró. Por su parte, el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, confirmó que Trump “aceptó” las explicaciones de Putin “de que no eran verdad [las acusaciones] y de que las autoridades rusas no intervinieron y aceptó esas declaraciones”. El líder demócrata del Senado de EUA, Chuck Schumer, consideró que el presidente Trump “tenía la obligación de plantear” la injerencia electoral rusa en las elecciones de noviembre en la reunión que mantuvo con su homólogo ruso, pero advirtió que tiene “la misma obligación” de creer las conclusiones de la inteligencia del país. “Que el secretario de Estado (Rex) Tillerson diga que esta cuestión seguirá sin resolver es vergonzoso. Dar igual credibilidad a las conclusiones de la Comunidad de Inteligencia de EUA que a la afirmación de Putin es un grave abando-
no del deber y solo alentará a Rusia a interferir aún más en nuestra elecciones en el futuro”, aseveró el senador. Los expertos apuntan que este primer contacto -“el contraste entre dos tipos distintos de machismo”, según el analista Derek Chollet, del German Marshall Fund of the United States- tendrá consecuencias directas en la crisis norcoreana, la guerra en Siria o la crisis en Ucrania. El G20 de Hamburgo, cuya declaración final se conocerá hoy, es uno de los más tensos de los últimos años por las posiciones de Trump en cuestiones clave como el clima o el libre comercio.
Violencia. La Policía de Hamburgo calificó de “muy seria” la situación en un distrito de la ciudad, tras detectarse la presencia de grupos de alborotadores por las protestas contra la cumbre del G20. Fuentes policiales conminaron, a través de su cuenta en twitter, a curiosos y transeúntes a abandonar las zonas del barrio de St. Pauli donde desde ayer se están produciendo altercados y disturbios. El semanario Der Spiegel informóensupáginadigitalqueun grupo de antisistema habían saqueado un supermercado de la zona. La policía había advertido anteriormente de que la presencia de curiosos en esa zona, cercana al centro de congresos donde tiene lugar la cumbre, dificultaban sus operaciones. Los disturbios empañaron, por segundo día consecutivo, la cumbre del G20. En una comparecencia ante los medios, la canciller alemana, Angela Merkel, calificó de “inaceptables” los actos de violencia. Durante la jornada, los manifestantes pincharon los neumáticos de los autos de la delegación canadiense y lanzaron petardos contra la policía, cumpliendo, al menos en parte, su promesa de convertir Hamburgo “en un infierno”. Los casi 20,000 policías desplegados en la ciudad tuvieron que pedir refuerzos para evitar la violencia de los llamados Black Blocks, grupos de manifestantes vestidos de negro y con pasamontañas asociados al movimiento anarquista.
Los grupos de manifestantes, bien organizados, trataron de bloquear el acceso al recinto de la cumbre a las delegaciones oficiales.