AHUYENTA EL MAL SUEÑO
¿Quieres que tu hijo sea saludable, tenga un buen aprendizaje, un peso y talla adecuados y esté feliz? Simple: cuida su tiempo para dormir
La causa común de insomnio es que los padres los duermen con ciertos estímulos sin considerar los patrones de sueño.
Dormir bien es quizá la actividad más importante que deben realizar los niños para tener un correcto desarrollo físico, mental y hasta anímico, coinciden especialistas en trastornos del sueño. Mientras duermen profundamente, los niños producen la hormona del crecimiento y se restauran y refuerzan las conexiones cerebrales asociadas al proceso de aprendizaje y a las habilidades cognitivas, explica Reyes Haro Valencia, director del Instituto Mexicano de Medicina Integral del Sueño. Durante el sueño profundo también se fortalece el sistema inmunológico, lo que ayuda a que los niños sufran menos las enfermedades frecuentes de la infancia, como los padecimientos respiratorios o digestivos, asegura. Como bebé. Si tu hijo despierta llorando varias veces en la madrugada o al día siguiente amanece de mal humor son indicadores de que no está teniendo un sueño adecuado. Para evitar que duerman mal cultiva desde que son bebés lo que los expertos denominan “higiene del sueño”, una serie de hábitos que evitan el desarrollo de trastornos que te roban horas de descanso y salud, agrega Viridiana Valdés, especialista del sueño. Con medidas sencillas como fijar horarios para dormir y respetarlos todos los días evitarás que en el futuro tu hijo forme parte del club de los desvelados. Si tienes un bebé en casa considera que los recién nacidos requieren dormir 18 horas al día, de 6 meses a 3 años de edad, lo ideal es que duerman hasta 13 horas y generalmente hacen hasta dos siestas por la tarde. A partir de los seis meses es cuando los bebés comienzan a dormir de manera continua hasta 6 horas. En edad escolar, los niños necesitan dormir 10 horas y en la adolescencia al menos nueve.
Tiempo de soñar. Si un bebé llora constantemente en la noche y no duerme bien, lo común es que se deba a los cólicos, esté mojado o tenga hambre. Si no es así revisa si lo estás estimulando de forma inadecuada. La dificultad para quedarse dormido o para hacerlo de nuevo después de despertar en la madrugada es uno de los trastornos del sueño que más padecen los niños. La causa frecuente de insomnio infantil es que los padres acostumbran a los hijos a dormir con ciertos estímulos sin considerar los patrones del sueño, señala. Desde bebés hasta adultos, indica, dormimos en cuatro etapas: al ini- cio el sueño es ligero, después dormimos profundamente, soñamos y despertamos. Eso forma un ciclo de sueño completo y se repite varias veces en una noche. Cuando a un niño se le acostumbra a dormir en brazos porque nos encanta tenerlo cerca, o con biberón, ya que así es más sencillo que duerma, al terminar su ciclo de sueño despertará y llorará porque no podrá conciliar el sueño de nuevo sin esos estímulos. Evita dormir al niño mientras toma pepe o seno, tampoco lo duermas en tus brazos. Si se acostumbra, siempre que despierte querrá el biberón de nuevo y no logrará aprender a dormir sin ese estímulo. Hay niños que por eso toman pepe, incluso, cuando ya acuden a la primaria. Recomiendan que el bebé no duerma en lamismacamaquelospadres. Lo ideal es auxiliarse de un moisés para tenerlo cerca y amamantarlo. Sé disciplinada y mantén esta rutina habitualmente, y si pese a ello el bebé continúa despertándose varias veces, llora y es complicado que vuelva a dormir hay que buscar ayuda médica para determinar el origen del problema.