¿Y los adultos?
Es normal que al ir a una empresa a aplicar para un puesto de trabajo no lo obtengas y salgas cabizbajo porque a pesar de tu buena edad y tus estudios no tengas la experiencia requerida, pero más difícil es para las personas mayores, esas que están después de los cuarentas, que a pesar de tener experiencia en abundancia se les niega la oportunidad de trabajar porque según los empleadores no tienen el vigor y simplemente están muy viejos y no encajaran en la empresa. Esta es la situación que muchas personas mayores de edad viven hoy en día en Honduras, las puertas se cierran para ellos cada vez más y no les queda más que regresar a sus casas, desanimados y sin esperanzas. Tendrán que vérselas por ellos mismos para poder sobrevivir, tendrán que buscar algo más que hacer porque al parecer para la empresa privada ya no son tan importantes como lo fueron años atrás. Algunos reciben apoyo en su familias o personas que los ayudarán, pero sin duda siempre habrá una cierta parte que quedará con una situación económica difícil, ya que tal vez son los únicos proveedores del hogar. Desafortunadamente el Gobierno no tiene programas sólidos y con una buena base para ofrecer a estas personas otras salidas o un futuro inmediato más favorable, se tendrán que arreglar por ellos mismos, y ahí la suerte de ellos si pueden encontrar otras opciones. Esta es la verdadera situación del país, esta es la verdadera situación de los hondureños y aunque por aquí y por allá se escucharán diferentes comentarios, esto no es algo que se pueda tapar con un dedo ni que se pueda esconder con números poco creíbles. Si las cosas no mejoran estos seguirán siendo un ciclo a lo largo de los años y pasarán generaciones teniendo el mismo problema, teniendo los mismos resultados y hundiéndose más en la pobreza.