Mordidas y golpes daba a su bebé de cuatro meses
La omisión en el cuidado de los menores ha llevado a varios de ellos a la muerte: niños ahogados en pilas, intoxicados, asfixiados por ingerir semillas u objetos, entre otros. La espalda y los miembros superiores e inferiores del cuerpo de la bebé estaban
TEGUCIGALPA. Una niña murió ahogada por una semilla de mamón que se tragó en Tegucigalpa. Otra menor de apenas dos años se ahogó en una pila usada para lavar autos en El Carrizal, mientras otra infante en Siguatepeque pereció ahogada en una piscina que sus padres le instalaron en su casa, la pequeña tenía tan solo un año con seis meses. Casos como estos, registrados en Medicina Forense en Honduras, evidencian que el maltrato también proviene de la omisión en los cuidados que los padres dan a sus hijos y esto se convierte también en maltrato infantil. “El maltrato infantil es evidente, y no se limita solo al maltrato físico, sino a una constelación de indicadores como los de omisión del cuidado. Hay indicadores que hacen pensar solo en los maltratos físicos y psicológicos, pero la omisión de cuidados, la falta de protección se evidencia en varios de los casos que recibimos en Medicina Forense” afirmó Julissa Villanueva, directora de Medicina Forense.
Los casos. Para los forenses clave es documentar los casos en las primeras 12 a 24 horas que se comete un abuso o maltrato contra los menores. De esa manera tienen la posibilidad que al realizar una evaluación física se puedan detectar las lesiones trau- máticas en el cuerpo, u otras evidencias que determinen si hay abusos, maltratos u omisión en los cuidados de los niños y niñas. “Por ejemplo tenemos el caso del menor de cinco años que se reportó como ahogado en el municipio de Erandique, Lempira. Es un caso cuya evaluación fue posible casi 72 horas después. Valiosos indicios se perdieron porque no se documentó en las primeras horas. La putrefacción avanzada dificulta el proceso, pero se hicieron direcciones por planos de estudios de microscopía y pruebas laboratoriales” explicó la forense. Este caso, para las autoridades, es un claro ejemplo de omisión en el cuidado por parte de sus padres. “Como permitir que un niño de apenas cinco años, recorra varios kilómetros para llevar comida a su padre y que para lograrlo tenga que cruzar un río, no es posible” apuntó la profesional. TEGUCIGALPA. Fue el domingo 16 de julio del 2017, cuando a las 10:00 am, la tía de una menor llegó hasta la casa que habitaba en la colonia 17 de septiembre en Tegucigalpa. Estaba emocionada porque cargaría a la pequeña que apenas cuatro meses atrás había tenido su sobrina de 15 años. Pero cuando quiso cargarla, la vio moreteada, no era la primera vez que la quinceañera le pegaba a su pequeña, la familia comenta que era la segunda vez que la niña era maltratada. De inmediato la denunció y
Maltrato por transgresión es cuando se producen acciones y conductas hostiles, destructivas y de rechazo hacia el niño. Es darle malos tratos.
fue cuando Medicina Forense estableció en el dictamen que presentaba una mordida semicircular de color violáceo en la pierna derecha. La niña fue llevada al Hospital Escuela Universitario, donde permanece ingresada con politraumatismo por el maltrato que recibió.