Libertad de expresión
El Gobierno del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aprieta cada día más las tuercas a los medios de comunicación independientes y en menos de un mes ha ordenado el cese de las transmisiones de dos canales de televisión colombianos y dos radios locales. Sin explicación oficial y con la confirmación de los afectados y las denuncias de organizaciones cívicas, las cadenas colombianas Caracol y RCN Televisión dejaron de verse en Venezuela la semana pasada por orden de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel). La primera explicación sobre el apagón la dio Andrés Eloy Méndez, exdirector de Conatel, que explicó que la interrupción de las transmisiones de Caracol en Venezuela se debe a que difundió unas declaraciones de Vicente Fox, expresidente de México, quien decía que Maduro debe renunciar o salir del poder “con las patas por delante en un cajón”. Dicho mensaje, según Méndez, “incita semióticamente, simbólicamente, a la muerte”. Días después de la desaparición de estos medios de las pantallas de las televisiones de suscripción era la oferta de radios la que menguaba por decisión administrativa, con la no renovación de las cadenas privadas 92.9 Tu FM y Mágica 99.1 FM. La emisora ha sido sustituida en el espacio radioeléctrico por la radio Corazón Llanero, dedicada a la música tradicional, que junto con los contenidos a favor de la justicia social y las proclamas “revolucionarias” y “antiimperialistas” copan ya los contenidos de los medios públicos y van imponiéndose al resto de temáticas. Según el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa, 49 medios han sido cerrados durante 2017. Tras la instalación el 4 de agosto de la plenipotenciaria Asamblea Nacional Constituyente (ANC), instaurada por el oficialismo para refundar el Estado, la amenaza se cierne también contra los grandes medios privados que aún pueden verse en la pequeña pantalla venezolana
ponsal EFE). (corres-