Diario La Prensa

“No nos ven como humanos”

Dreamers, DiversiDaD, tolerancia­y aceptación­De inmigrante­s; trump, oDio, cruelDaDy prejuicios

- Jorge Ramos Avalos OpiniOn@laprensa. hn

La grandeza o ineptitud de los presidente­s suele ser medida, no por la manera en que tratan a los ricos y poderosos, sino por la forma en que cuidan y protegen a los más vulnerable­s. DonaldTrum­p será recordado por la forma en que mal trató a casi 800mildrea­mers. Elmismohom­bre que dijo que tenía un“gran corazón” tomó una decisión llena de crueldad. Le quitó la protección migratoria( conocida como DA CA) amilesde jóvenes que llegaron ilegalment­e a Estados Unidos antes de cumplir los 16añosdeed­ad. Enunpardea­ños, perderán todos los beneficios que con tanto trabajo le sacaron al ex presidente Bar ackOb ama en 2012. Trump ni siquiera tuvo el valor de dar la cara. Se escondió y envió a su procurador general, JeffSessio­ns a dar la mala noticia. Sessions, tambiéntem­eroso, noseatrevi­óa responder preguntas de la prensa. Pero sí trató de deshumaniz­ara los dr ea mersalll amarle si llega l ali e ns -un espantoso vocablo en inglés que ala ilegalidad le su mala misma palabra que se utiliza para los extraterre­stres. Minutos después del anuncio de Sessions, eldr ea merJ os ué de Luna estaba triste y enojado en una protesta frente ala Casa Blanca .“No nos ven como humanos ”, se quejó en una entrevista con U ni vis ion .“¿ Qué tengo yo que no me hace humano antesusojo­s?” Trumpyalgu­nos representa­ntes de su Gobierno tienen la maldita costumbre de criminal izara los extranjero­s en cadaoportu­nidad. Selesolvid­aque la madre y el abuelo deTrump,y dos desusespos­as, tambiénhan­sido inmigrante­s. “No nos ven como personas ”, me dijo en una conversaci­ón, la activista Astrid Silva, del aorgan iza ciónDream BigVegas. Trump, haciéndose­el magnánimo, le tiró el problema de losdr ea mersa un congreso que se ha hecho famoso porno llegar casi nunca a ningún acuerdo. Hoynohay prácticame­nte ninguna posibilida­d de que demócratas y republican­os negocien una nueva ley que proteja alosdreame­rsy, muchomenos, una reforma migratoria que legalice a los 11 millones de indocument­ados. El congreso de Estados Unidos es un hoyo negro; chupa las mejores ideas y luego ahí se pierde todo. Pero ya nada me sorprende de Trump.A veces nos hace creer que va a hacerlo correcto-como cuando dijo que él amaba al osdr ea mersy que no tenían de qué preocupars­e-y luegonosvu­elvea decepciona­r. De hecho, la conducta deTrump es muy predecible. Primero le llamócri mi- na les y violador esa los inmigrante­s mexicanos. Luego pidió la construcci­ón de un muro en la frontera y propuso prohibirle la entrada a Estados Unidos a todos los musulmanes. Más tarde equiparó aneo nazis con los manifestan­tes que protestaba­n contra el racismo en Charlott es vil le y perdonó al sheriff, JoeArpaio, acusado de discrimina­r contra Latinos. No debe asombrarno­s su decisión de quitarle sus licencias y permisos de trabajo al osdr ea mers. Dice tanto cuando un presidente perdona aun culpable de violar la constituci­ón y castiga a cientos de miles de estudiante­s. Es nuestro error creer queTrump va a cambiar. Los que tampoco van a cambiar son losdreamer­s. Yasabemosc­uálvaa ser su estrategia de lucha. No debemos olvidar cómo se dio a conocer elmo vi mi ent odre amer: con cuatro jóvenes indocument­ados de Mi a mi Da de Col le ge caminando en 2010 desde la Florida hasta el capitolio en Washington. Estaesmiap­uesta. Creomuchom­ás en los Estados Unidos que propone nlosdr ea mers- con diversidad, tolerancia y aceptación de los inmigrante­s-que en el país lleno de odio, crueldad y prejuicios que propone Trump. Alfinal, estoysegur­o, los dr ea mersvanaga­n ar.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Honduras