Consultora internacional y asesora de imagen
doctor Martin Seligman, quien por décadas ha investigado la manera de manejar situaciones difíciles y salir de ellas. Seligman encontró que hay tres pensamientos que la mayoría de las personas repasa constantemente en la mente: “Nunca saldré de esto”, “tardaré años en recuperarme” y “esto afectará mi futuro”. Lo alentador es que Seligman afirma que las personas nos recuperamos más rápido de lo que pensamos. Hay tres “P’s” fundamentales que, al comprenderlas y superarlas, aceleran dicho proceso:
Personalización: la creencia de que fuimos nosotros los que fallamos. En el momento del shock, lo primero que aparece en la mente es: “Fue mi culpa”. Y nos atormentamos pensando en las mil y una formas en que pudimos haber evitado el desastre.
Prolongación: la creencia de que lo sucedido afectará todas las áreas de la vida.
Permanencia: la creencia de que los efectos negativos de la experiencia durarán para siempre. Cientos de estudios demuestran que, tanto niños como adultos, nos recuperamos más rápido cuando nos damos cuenta de que la situación dolorosa no fue culpa nuestra, que no afectará todas las áreas de la vida y que tampoco el dolor permanecerá por siempre. Los expertos nos aconsejan lo siguiente: pensar que las cosas pudieron ser peores. -Dave pudo haber tenido esa arritmia cardiaca mientras manejaba el auto con tus hijos. ¡Wow! El pensamiento de perder a los tres nunca lo había tenido. En el instante me sentí infinitamente agradecida porque estaban vivos y sanos. La gratitud opacó parte del duelo”. Otro de los puntos básicos para recuperarnos es agradecer lo que sí tenemos.