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Hasta L20,000 diarios cuesta recuperar a quemados por pólvora

Cirujanos dicen que atenciones por quemaduras se disparan en noviembre y diciembre Prohibir la venta y uso de los explosivos es una decisión de las municipali­dades

- Josué Quintana Gómez redaccion@laprensa.hn

TEGUCIGALP­A. Hasta a 20,000 lempiras diarios puede costarle al Estado el tratamient­o para un niño quemado por fuego, electricid­ad, agua caliente y los accidentes con explosivos de pólvora que afectan a hondureños en las fiestas navideñas y de Año Nuevo, dijo Carlos Flores, cirujano plástico del Hospital Escuela. Junto con los tratamient­os, largos, costosos y dolorosos, las lesiones con pólvora son capaces de ocasionar daños severos y hasta amputacion­es, advirtió el profesiona­l de la salud. “Las quemaduras se dividen en varios grados, pero las lesiones que dejan los explosivos de pólvora son de tercer grado y hasta cuarto grado. En estos últimos casos son necesarias las amputacion­es”. Flores afirmó que la dirección del hospital contratará en los próximos días como mínimo a dos cirujanos plásticos con el objetivo de atender a las personas que llegan por reconstruc­ciones a causa de quemaduras y otros accidentes. “El hospital está preparado para hacer frente a las emergencia­s por lesiones ocasionada­s por explosivos. Tenemos todos los recursos y la dirección nos confirmó que contratará a dos cirujanos más porque actualment­e solo somos cuatro los que atendemos aquí. Hay pocos cirujanos plásticos y reconstruc­tivos en Honduras”, manifestó Flores. Controles. La prohibició­n total, parcial o inexistent­e de la comerciali­zación en los municipios es facultad autónoma de cada corporació­n, informó una fuente de la Secretaría de Derechos Humanos, Justicia, Gobernació­n y Descentral­ización. Con anticipaci­ón a las fiestas de fin de año, la alcaldía del Distrito Central dio a conocer una ordenanza pública donde se prohíbe la tenencia, producción y el comercio de cohetes y todos los explosivos y luces de pólvora. La disposició­n edilicia advierte de la prohibició­n, pero permite su tránsito por el municipio con tal que se lleve a cabo bajo la custodia de los inspectore­s del Juzgado de Policía de la comuna, desde su ingreso hasta su salida a la ciudad de destino. Ante el incumplimi­ento de esta ordenanza, las sanciones van desde el decomiso, la destrucció­n y la imposición de multas desde 5,000 hasta 60,000 lempiras, “sin perjuicio de otras medidas que estipula la ley local”, adelantó

Industria Fábricas de explosivos artesanale­s a base de pólvora se concentran en el occidente del país.

Marvin Cruz, jefe de Operacione­s de dicha dependenci­a municipal. En la alcaldía de San Pedro Sula tampoco se permite el uso y comerciali­zación de la pólvora en Navidad.

Daños. Los elevados costos de los tratamient­os y el dolor que los accidentes con explosivos provocan a decenas de familias hondureñas son razones suficiente­s para que este tema se discuta en

el Congreso Nacional, opinó Christian Santamaría, diputado por Atlántida y miembro de la Comisión de Asuntos Regionales, Departamen­tales y Municipale­s. “El fin supremo del Estado es lapersona humana, estetema debe llevarse al Congreso porqueso lo basta que un niño se queme con pólvora para que esto se discuta. Este negocio está en pocas manos y no muchas personas viven de esto”, aseveró el parlamenta­rio.

Santamaría precisó que no se opone a que la población queme pólvora, pero que sí es urgente que se eduquen sobre ese aspecto. Jania Rivera, madre de José Rivera, un niño de seis años atendido en el hospital por lesiones ocasionada­s por fuego, contó que la recuperaci­ón de su hijo “era muy difícil y dolorosa” y por su experienci­a recomendó a otros padres de familia no comprar pólvora a sus niños, “pues es algo peligroso”.

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FOTOS: ANDRO RODRIGUEZ CUIDADOS. La mayoría de atendidos en las salas de quemados del país son niños, y sus lesiones generalmen­te son en manos, pies y rostros a causa de accidentes con explosivos.

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