Abandonan Honduras
Cualquier cantidad de restaurantes chinos han cerrado sus negocios y han abandonado el país, debido al Ministerio Publico y a los extorsionadores, de acuerdo a las denuncias de empresarios asiáticos que por décadas se habían dedicado a este arte culinario. En abril de este año el Ministerio Publico aseguró que en restaurantes chinos en Tegucigalpa estaban empleando carne de perro en los alimentos, por denuncia de Salud Pública y que al final de las investigaciones concluyeron que era carne de cabro. Pero el mal ya estaba hecho aunque el “cabro” sustituyera al “perro”, pues las ventas se vinieron abajo y no se volvieron a recuperar, aunque el presidente de la república, Juan Orlando Hernández, disfrutara días después un suculento plato de Chop suey tratando de apoyar este rubro, que un mes después ya habían cerrado 20 negocios. La otra causa del cierre de negocios en Tegucigalpa y San Pedro Sula específicamente ha sido debido al cobro del “impuesto de guerra” de los extorsionadores a los propietarios de estos negocios, que además de exigir una cuota considerable de pago no les bastaba y continuamente subían los cobros de las extorsiones. Con la cancelación de estos restaurantes los efectos son lamentables, primero por el abandono de estas familias chinas, que habían hecho de Honduras su segundo país y que empleaban un sinnúmero de trabajadores y por la pérdida de credibilidad de las autoridades por la irresponsabilidad de salud y de investigación. De igual manera por esos grupos de delincuentes haraganes que practican la extorsión a los honrados y trabajadores empresarios que han sido expulsados por ese fenómeno social que abate a todo tipo de negocios y que los asiáticos ya no pudieron soportar en un país llamado Honduras.