El terremoto más mortífero del año deja 452 víctimas
El potente sismo devastó el oeste de Irán y afectó la provincia occidental de Karmanshah, fronteriza con Irak
TEHERÁN. Un violento terremoto que estremeció el oeste de Irán dejó más de 400 muertos y 6,700 heridos, todos en la provincia occidental de Karmanshah, fronteriza con Irak, donde siguen a contrarreloj las tareas de rescate para intentar hallar supervivientes entre las ruinas. Edificios convertidos en escombros, vehículos aplastados, campamentos improvisados para los damnificados y comercios y escuelas cerrados eran el desolador paisaje de varias poblaciones de Kermanshah. El sismo, de 7.3 grados en la escala de Richter y que tuvo su epicentro el domingo pasado en la frontera entre Irán e Irak, arrasó varias localidades iraníes y provocó ayer decenas de réplicas. Ante la magnitud de la tragedia, las autoridades iraníes movilizaron a todos los cuerpos de seguridad, incluidos el Ejército y los Guardianes de la Revolución, para acelerar las tareas de rescate y de retirada de escombros. En los alrededores de los edificios en ruinas de la población de Sarpul Zahab, la más damnificada, cientos de personas esperaban con angustia noticias de sus allegados, desaparecidos desde que la tierra tembló. Las tareas de rescate y desescombro, en las que se emplean perros rastreadores y grúas, debieron detenerse momentáneamente en alguna ocasión a causa de las réplicas del temblor. Los congregados imploraron desconsolados ayuda al cielo y al muy venerado imán Husein, el tercero de los chiíes y nieto del profeta Mahoma. Otros tenían familiares heridos. La amplitud del desastre colapsó o destruyó los centros sanitarios de las localidades más afectadas como Sarpul Zahab, Eslamabad Gharb y Ghasr Shirin. En Irak, el balance oficial del drama ascendía a 8 muertos y 336 heridos. Con la caída de la noche, las autoridades se enfrentaban al desafío de refugiar y alimentar a miles de personas obligadas a dormir en la fría intemperie por segunda noche consecutiva. “Las necesidades inmediatas de la gente son las tiendas, agua y alimentos”, declaró a la televisión estatal iraní el general Mohamad Ali Yafari, jefe de los Guardianes de la Revolución, el ejército de élite de la República Islámica, durante una visita a las zonas afectadas.