Respuesta a mil problemas
Las personas exitosas en la vida son aquellas que encuentran soluciones efectivas a problemas grandes, la sabiduría es saber contestar en el tiempo oportuno; los médicos dan diagnósticos, prescriben recetas médicas y los que aciertan tienen demanda, el abogado que sabe solventar y dar soluciones prácticas el mecánico que arregla su vehículo; todo lo que Dios hace es una solución a un problema; toda persona tiene virtudes y talentos que son respuestas a los problemas que otros tienen; cuando pasamos de la mentalidad de mi necesidad para ver la oportunidad de ayudar y servir a otros podremos ver los resultados por una vida, familia y nación, para ello debemos quitar y derribar los gigantes del odio, envidia, culpa y falta de perdón que al final se centra en el corazón humano, la cual es y proyecta el estado de vida de cada persona; Jesucristo siempre dio soluciones permanentes a problemas temporales, miles estaban afectados por la culpa; él ofreció el amor, aceptación y perdón. “Yo soy el pan de vida” (San Juan 6:35). Quizá muchos están con diagnósticos de enfermedades, otros viviendo el dolor de la pérdida de un ser querido, sin empleo, pero lo único que debe experimentar no en la razón sino en el corazón es la determinación de vivir más con expectativa, iniciativa y creatividad. Su vida no es un accidente, usted es la respuesta presente a las futuras generaciones. Toda empresa tiene su propietario, él está asignado en relación a sus empleados; los padres a sus hijos, Aarón fue asignado a Moisés y él a Israel; su tarea-asignación dará respuesta a los conflictos del diario vivir. Jesucristo siempre estableció la verdad de que él era la respuesta a la miles de necesidades: “Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; más el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna” (Juan 4:1314). Dios es la respuesta.