La comida es la clave
Según la experta, la alimentación del diabético tiene que llevar los tres grupos básicos de los alimentos: 60% carbohidratos (arroz, papa, pan, tortilla, cereales integrales); proteínas (Pollo, carne magra, huevo, pescado); una porción de verduras y ensaladas que contengan aceite de oliva, canola o girasol. Además deben evitar alimentos ricos en azúcar refinada como por ejemplo panes simples, miel, rapadura. También debe evitar carnes gordas, manteca cerdo. Por otra parte la alimentación debe ser adecuada, sabrosa y atractiva al paladar, es decir, no tiene que ser una dieta monótona. No deben olvidar incluir tres porciones de fruta al día y es necesario practicar ejercicio físico. “Esta condición es más común en personas con obesidad. Además en hijos que sus padres son diabéticos, así como personas que abusan de las azúcares simples y aquellos que abusan de los carbohidratos”. La experta hace un llamado a los padres de familia, ya que afirma que evitando la obesidad también se previenen otras enfermedades crónicas. “Hay que tener claro que una buena alimentación no significa comer de todo y mucho menos en exceso, se trata de tener un equilibrio y además hacer del ejercicio una práctica de familia”.