Fin de año
Ya estamos a mitad de noviembre y muchos de nosotros no hemos cumplido con los propósitos que nos pusimos a principios de 2017, y eso pasó por varios factores, falta de determinación, tiempo e inclusive ganas de hacerlo. Las metas más comunes son adelgazar, ahorrar, viajar, etcétera, pero siendo realista ahorrar en un país como este es sumamente difícil, si no es un inconveniente con el vehículo, es una enfermedad o pagar algo de la escuela o universidad. Adelgazar es un poco más fácil, ya que los precios de la canasta básica están tan elevados que ahora ya es más complicado comer los 3 tiempos de comida, y si hablamos de viajar ni se diga, hay que invertir en demasiadas cosas, boletos, hospedaje, comida, transporte, entre otras, entonces no queda de otra que estar en casa viendo televisión o internet. Pero no todo es negativo, viene la temporada navideña y al menos por unos días se respirará paz y amor en la sociedad, debido a que es la época más feliz para la población, puesto que en primer lugar hay doble sueldo y comida en cada casa que uno visita, y es ahí donde nos damos cuenta de lo bondadosos que somos y que por muy humilde que sea el hogar al menos un tamal nos darán, sí, de esos que prometimos no volver a comer debido a que estábamos a dieta, o si no de regalo nos podrían dar dinero, que también prometimos ahorrar, pero luego nos acordamos que falta comprar algo para la cena navideña, así que estos tampoco serán ahorrados; pero si estamos de suerte nos podrían invitar a un viaje a la playa a principios del siguiente año; no obstante, hay un inconveniente, prometimos estar a dieta, aparte no tenemos dinero para el viaje, por ende no lo hacemos. Y justo así es el ciclo de todos los años en estas épocas de fin de año.