Vote por usted mismo
“VOTE POR USTED MISMO, PORSU FAMILIA, PORSU PAÍS; CONSULTE A SU MEJOR CONSEJERO, SU CONCIENCIA”
No soy político, pero la política como ciencia y como materia de estudio me fascina, pero ¿qué hay entonces entre la fascinación por la materia como ciencia y el verse envuelto en el desarrollo político del país? Las malas prácticas, las decepciones colectivas y el desencanto cada vez más profundo y consciente de la gente con los políticos. Sin embargo, la política es parte de nuestra vida, materia obligada para todos los ciudadanos de un Estado, razón por la cual tenemos la ineludible obligación de participar en los asuntos que nos conciernen a todos. Pero si estuviera involucrado en la política, si estuviera en campaña, mi lema sería: No vote por mí, vote por usted. Y mi promesa esta, yo no prometo nada, solo dedicación con todas mis fuerzas al encargo de la gente. La presente campaña política no ha sido diferente a todas, nada de propuestas serias, nada de debate, nada de examen serio de nuestros retos y problemas más acuciantes, nada de nada. El ingenio de los políticos es muy corto, fuera del que promocionó sus cachetes o su bigote, nunca hemos visto propuestas congruentes con la realidad eco- nómica y social del país, hay ausencia de ingenio, de propuestas y de seriedad. Entonces abocados ya a elegir, la pregunta es por quién hacerlo. Estamos ante la hamburguesía de los políticos, hay de todo y para todos, pero nosotros somos ciudadanos, ciudadanos que amamos esta patria y, por lo tanto, obligados a examinar sus intereses y decidir por lo que a la nación le convenga. Hay quienes ofrecen hacer lo mismo, ya que nunca han hecho algo diferente, examine sus ejecutorias, busque la congruencia entre lo que dicen y lo que hacen; si por lo menos hacen lo que siempre han hecho, a veces es mejor viejo conocido que nuevo por conocer. En cuestiones políticas los experimentos no son muy convenientes. Hay otros que son ambiguos, a esos hay que tenerles cuidado. Las propuestas son tan poco claras que no se sabe si van por la derecha y regresan por la izquierda para que al final digan que solo era cuestión de direcciones, pero que no son ni de aquí ni de allá, sino del centro, pero no de centroderecha, ni centroizquierda, sino que ellos son el centro de todo, y todo absolutamente gira a su alrededor. Y están los que prometen todo, mejorarán el cielo y las regiones celestiales serán reparadas en sus promesas. Estos prometen lo inverosímil, para ellos la palabra imposible no existe y el erario no es más que una caja de donde pueden repartir a razón pércapita lo que a cada hondureño le corresponde para que se lo gaste como quiera, aunque después no haya nadie que la pueda volver a llenar. Estos son los irresponsables, los que no tienen ni idea de lo que es manejar un Estado, un país, saben que sus posibilidades de acceder al poder son mínimas, tan mínimas que difícilmente en algún momento se verán enfrentados con una incómoda realidad ni tampoco con sus conciencias que no les estorban para nada sus promesas irresponsables; a estos evítelos, y entonces por quién votar. Vote por usted mismo, vote por su familia, vote por su país. Si hay algo de bueno que el quiebre del bipartidismo ha producido es que cada vez más la gente se despoja de colores, de tradiciones y de espejismos del pasado, así que hable con el mejor consejero, su conciencia, y entonces decida.