La bodas de plata de la fraternidad
La Cena de Pan y Vino cumple 25 años de realización. El padre Porfirio Ruiz ofrece reflexión. El obispo Ángel Garachana comparte su testimonio sacerdotal. Los fondos son para guardería
SAN PEDRO SULA. Un encuentro histórico, alegre y solidario, así fue la celebración de los 25 años de la anual Cena de Pan y Vino presidida por el padre Porfirio Ruiz Lanchares. Feligreses con gran emoción llegaron al salón San Pedro del hotel Copantl para compartir en una noche de camaradería y reflexiones y aportar a la obra solidaria de la guardería Corazón de María, que es administrada por los padres claretianos. El padre Ruiz, coordinador de la obra, habló de los esfuerzos, frutos y proyectos
que se tienen contemplados para desarrollar y fortalecer el centro infantil. El orador invitado para dar su testimonio sacerdotal fue monseñor Ángel Garachana Pérez, obispo de la diócesis de San Pedro Sula. El máximo representante de la Iglesia Católica en San Pedro Sula habló de su trayectoria al servicio de Dios y de los vulnerables y fue escuchado con total atención por unos 250 invitados que llegaron a apoyar con su presencia y solidaridad. La Cena de Pan y Vino se celebra cada año, desde hace 25, en el mes de diciembre, pero la programada para el 2017 se trasladó de fecha hasta enero 2018 por los acontecimientos políticos y sociales que enfrentó el país a finales del año recién pasado. No faltó la alegría musical de Abraham Sáenz y su grupo Perfecta Combinación, así como la degustación de pan, vino y uvas durante la velada.