Por eso voté por Luis
“enelprediálogo, paraelcaso, nose hansentado alamesalos verdaderos protagonistas delacrisis”
La situación de crisis política que mantiene en vi lo ala población enteran oh ahecho más que confirmar mi convicción que la mejor opción que teníamos loshondureñ os para confiar le la conducción del país era LuisZelaya. La conducta de los miembros del partido en el poder y la de los seguidores de don Manuel Z el ay ano han mostrado un verdadero interés por la paz y el bienes tarde loshondureños; cada uno se ha acuartelado en sus posturas y han sido incapaces de tender puentes reales y buscar soluciones viable sauna situación que nos está llevando a todos de encuentro. Enelprediálogo, paraelcaso, nose han sentado ala mesa los verdaderos protagonistas de la crisis, siesque con él se busca ponerle fin. Hasta ahora han desfilado por él algunos sectores importantes de la vida nacional pero también otros que no tienen ninguna trascendencia o que son claros partidarios del actual gobernante. Porque si este proceso no es más que un distr actor, ynolo que todos deseamos que sea, en vez de aliviar la situación más bien lava a empeorar. Yohabíapensado, luegodelos gobiernos de Callejas y Maduro, que al Partido Nacional había evolucionado, que había abandonado sus re sabios dictatoriales y que era una fuerza política moderna. Loquehe visto en los últimos días, más bien meses, ha cambiado totalmente mi percepción de ese partido y de sus actuales dirigentes, porque mantienen el sesgo militar is ta-cari is ta que creí superado. La conducta de Z el aya Rosa les, por otro lado, no me ha sorprendido. He sido, soyyseréliberal, porrazones antropológicas, filosóficas y doctrinales, y, por lo mismo, aunque voté ensumomentoporél, yhastaestuve defendiendo sus votos en una mesa electoral en Ju tic alpa,puded arme cuenta de su giro ideológico y diferí inmediatamente de sus posturas socia listas. Y, aunque no estuve del todo de acuerdo con la forma en que fue despojado de su investidura presidencial, en el fondo me alegró, como alegró ala mayoría de la ciudadanía. Hoy, cuando tenemos dos candidatos que se han proclamado ganadores; ambos con menos de una cuarta parte de los votos d el oshondureñ os habilitados para hacerlo; y aunque la coyuntura impidió que la mayoría se decantaraporLuis; estoyconvencido, másqueantes, queestabaen lo correcto. Luis ha demostrado ser el mejor por su objetividad, por su prudencia, porsusinceridad, por sugallardía, porsuintegridada prueba de diatribas, de presiones y de traiciones. Por esta vez perdimos la oportunidad, pero, afortunadamente, Luis no tiene muchos años, nuestra democracia poco consolidada tampoco y el liberalismo es eternamente, perennemente joven.