Donovan, el enemigo odiado presentado
ESTADOUNIDENSE. Asegura que llega a mostrar el desparpajo de sus años mozos
MÉXICO. Con el mismo desparpajo con el que se orinó en la cancha del estadio Jalisco de Guadalajara en 2004, el estadounidense Landon Donovan llegó hoy al León mexicano confiado en demostrar que a veces la edad es un animal doméstico obediente. Donovan, exjugador del Galaxy, Bayer Leverkusen y Everton de Inglaterra, era un joven irreverente de 22 años cuando visitó el Jalisco para la eliminatoria rumbo a los Olímpicos de Atenas 2004 y se orinó en el césped después de un entrenamiento, una de sus primeras acciones como chico malo de la selección estadounidense. Años después se burló de México de manera continua, aunque alguna vez apareció en plan simpático al participar en un anuncio de televisión en el que se disfrazó de mexicano con bigote y sarape y cruzó la frontera para participar en unos juegos de apuesta, pero no lo dejaron entrar. Los dimes y diretes incluyeron polémicas con jugadores de la selección mexicana y comentarios del atacante sobre la supuesta mentalidad chiquita de los integrantes del Tri. Sin embargo los golpes dolorosos a México se los dio el artillero en la cancha con actuaciones de ‘crack’ y un gol que no le perdonan, en junio de 2002, para eliminar al equipo nacional en los octavos de final del Mundial de Corea-Japón. “Alguna vez fui el enemigo, pero ahora estoy aquí para ayudar al León a ganar el campeonato”, dijo en sus primeras declaraciones luego de ser presentado como nuevo jugador del León con un contrato por un año. En México han interpretado el fichaje del estadounidense como un golpe mediático del León para vender camisetas. El goleador cree lo contrario, que la edad puede ser domesticada como una fiera salvaje y a los 35 años le queda cuerda como jugador.