Si pudieras viajar al pasado, ¿a dónde irías?
Es una etapa común en la vida de casi todas las parejas. Les contamos por qué se produce y algunos consejos para superarla
¿Por qué se produce la crisis? Aunque no es una fórmula matemática, la mayoría de los expertos coinciden en que los tres años es un momento decisivo en la relación de pareja, que puede culminar en la separación o en el fortalecimiento del lazo mutuo. Pero, ¿qué sucede? Es muy sencillo, es el tiempo suficiente para acumular pendientes sin resolver y conocer mucho más a nuestra pareja, incluso aquellos aspectos que nos disgustan. Durante el primer año de relación, la mayoría de las parejas disfrutan de una especie de “luna de miel” continua. Una vez pasado este tiempo, el velo se descubre y comenzamos a ver desde una perspectiva más realista a nuestra pareja. La madurez emocional de la pareja y su capacidad de comunicación determinará por completo esta fase y la intensidad de la crisis a los 3 años. Si la pareja no consigue aceptarse tal y como es cada uno de sus miembros y comienzan a albergar sentimientos negativos hacia el otro, empezarán los reproches. Aunado a esto, muchas parejas sienten una repentina necesidad de independencia individual. Si no han conseguido establecer una relación sana con el suficiente espacio para su felicidad individual, comienzan a plantearse si este tipo de relación de dependencia merece la pena. La búsqueda de espacio se hace sin el acuerdo con el otro, lo que puede llevar a continuas discusiones y comenzar los problemas de celos de pareja. Si el compromiso no es firme y los problemas siguen surgiendo, la pareja terminará en una crisis irremediable en la que, o bien terminan separándose o, por el contrario, se fortalece conociéndose mejor y aceptándose el uno al otro.