Casos de violencia doméstica abarrotan el juzgado especial

De 3,437 denuncias recibidas en 2017 se produjeron 1,351 sentencias; las mujeres siguen denunciando más y, en menor medida, los hombres Este año ya han recibido 247 denuncias

“Buenos días, cómo puedo hacer para denunciar al papá de mis dos hijos, porque no quiere ayudarme con ellos”, exclama tímidamente Guadalupe Martínez al dirigirse a una de las secretarías del Juzgado Especial Contra la Violencia Doméstica. En este juzgado, frases como las de ella son cada vez más comunes. Son mujeres afectadas por sus compañeros de hogar que llegan en busca de ayuda legal. Con sus dos pequeños hijos de tres y cinco años, Martínez de 30, está desesperada. Sufre violencia doméstica e intrafamiliar por ello acudió a los juzgados en busca de apoyo para solventar su situación. Como ella, miles de féminas víctimas de este flagelo que continúa separando a las familias, engrosan las estadísticas anuales. Según los registros en poder del juzgado, el 2017 cerró con 1,351 sentencias de un total de 3,437 denuncias. Entre estos interpusieron acusación 3,061 mujeres y 376 hombres, estos últimos poco a poco se van atreviendo a denunciar a sus compañeras de hogar por violencia doméstica. En lo que va de 2018, el juzgado ya cuantifica 247 denuncias por violencia doméstica. Elvis Guzmán, portavoz del Ministerio Público (MP), informó que la Fiscalía recibe unas 35 denuncias al mes. Explicó que cuando la mujer acude por una agresión de violencia doméstica, ya sea física, psicológica, patrimonial o sexual, pasa por un filtro, donde señalan si es necesario remitirla al módulo de atención integral especial, o si pasa a la Fiscalía de la Niñez, dependiendo del caso. Allí la afectada es atendida por un equipo técnico fiscal, y ellos tipifican si hay, o no méritos para calificar la denuncia, y analizar si el problema que está planteando la persona se puede valorar como violencia doméstica. Posteriormente el fiscal escucha y califica el caso para remitirla con un psicólogo, no sin antes haber llenado una entrevista inicial y de riesgo para recibir la denuncia para las medidas que serán aplicadas. “Si es dentro de las 24 horas y está en flagrancia, mandamos a detener a la persona, luego es enviado al juzgado, pero si es de noche es remitido a las bartolinas, y al siguiente día es enviado al Juzgado contra Violencia Doméstica para que se le siga la audiencia respec- tiva”, apuntó. En los casos en que no hay detención, a los acusados se les aplican medidas. Por su parte, el subdirector de la Policía Municipal, Walter López, informó que en 2017, por parte del Juzgado de Violencia Doméstica, recibieron a 678 sancionados. Indicó que a diario acuden a dicha oficina entre tres a cinco personas que d eb e n cumplir una sanción. “A ellos se les pone a hacer trabajos comunitarios como barrer y pintar los bulevares, pintar escuelas y todo lo que cabe en el tema de trabajo social”, apuntó. Estas personas son supervisadas por agentes de la Policía Municipal durante el tiempo en que realizan dichas labores. Precisó que deben cumplir dos horas diarias de trabajo, las que dependen del tiempo que les aplican en el juzgado, por ejemplo hay sanciones de un mes hasta seis meses respectivamente.

Instituciones de atención. Las personas afectadas por violencia doméstica pueden acudir a la Pastoral Social Cáritas de Honduras de la Iglesia Católica. La psicóloga Miriam Fonseca refirió que en la institución la mayor atención que brindan es por la vía judicial, y reciben a mujeres y a hombres residentes en Cortés. Detalló que en 2017 atendieron a unas 1,276 personas. De este grupo 559 son de San Pedro Sula, 45 de Villanueva, 23 de Choloma y 11 de La Lima, a quienes se les brindó la asesoría respectiva. Refirió que en la organización atienden dos sicólogas, y cada una atiende entre 10 y 20 casos nuevos al día, y también unos 50 casos de seguimiento al día.

Refugio En San Pedro Sula, la Oficina Municipal de la Mujer (OMM), además de brindar atención por violencia doméstica, también cuenta con una casa refugio donde las afectadas pueden estar hasta tres meses.