Triángulo Norte de CA, zona sin guerra más violenta del mundo
Los tres países lograron reducir las muertes violentas; en 2017 registraron en conjunto 13,129 homicidios y en 2016 se reportaron 15,889 Narcotráfico y pandillas los mayores responsables
SAN SALVADOR. Con 13,129 homicidios registrados en la zona el año pasado, Guatemala, El Salvador y Honduras lograron reducir sus índices de violencia con sus planes de seguridad, pero se mantuvieron como una de las regiones sin guerra más violentas del mundo. Los tres países sufren la violencia provocada por el narcotráfico y las pandillas dedicadas a la extorsión y el sicariato, los principales causantes de sus elevados niveles de homicidios. Al cierre de 2017, el Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Guatemala reportó 5,384 muertesviolentas, unareducción de 0,8% en comparación al año precedente y menor al descenso anual de entre 1,5% y 2% que venía registrando desde 2010. El Salvador acumuló de su lado 3,954 homicidios, 25% menos queen2016; yHondurassumó 3.791asesinatos, 26,4% menos que el año anterior, según estadísticas policiales de cada país. En 2016, el Triángulo Norte había sumado 15,889 homicidios, distribuidos casi igualmente entre los tres. Pese a las reducciones, están aún muy por encima del promedio mundial de 5,3 homicidios por cada 100,000 habitantes, según datos de 2015 del Banco Mundial. Guatemala registró el año pasado 32 homicidios por cada 100,000 habitantes, El Salvador 60, y Honduras 42,7. La Organización Mundial para la Salud (OMS) considera que más de 10 homicidios por cada 100,000 habitantes implica una epidemia de violencia. La menor reducción del índice en Guatemala “no la estamos viendo como un éxito, sino como un fracaso, porque no se mantuvo la tendencia con la cual el país hubiese bajado de 30 homicidios por cada 100,000 habitantes”, declaró Mario Polanco, director de la ONG Grupo de Apoyo Mutuo (GAM). En el caso de El Salvador, lareducción“es un aspecto positivo del plan El Salvador Seguro que dio un enfoque distinto a la violencia”, según el especialista Héctor Carrillo. Pero en el caso de Honduras, la reducción de los asesinatos ha cambiado poco la vida de pobladores en barrios dominados por pandillas, que controlan los pequeños negocios y la movilización de personas, según Mig do ni a Ay estas, coordinadora del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional. Los tres gobiernos se congratulan por la reducción de homicidios a pesar de que se mantienen otros delitos como hurto, asaltos, extorsiones y actividades relacionadas con el narcotráfico. “La inseguridad pública es el reflejo de una crisis social y en la medida que se resuel- van las causas estructura les de la violencia, se va a construir una seguridad democrática sin muertes”, dijo Carrillo. El analista y profesor universitario salvadoreño Roberto Cañas advirtió que los gobiernos del Triángulo Norte no deben hacer“cuentas alegres” a partir de la reducción de las “estadísticas de la muerte” sin tomar en cuenta el futuro incierto que enfrentan muchas familias ante la violencia. “Se debería declarar duelo trinacional permanente, porque por cada homicidio que se comete hay de cinco a ocho familiares de la víctima” que sufren, reflexionó Cañas, llamando también la atención sobre el aspecto socio económico de las cifras de homicidios. Quienes dependen de las víctimas“quedan desamparados, quedan huérfanos, y viviendo un profundo dolor social que a veces sufren en silencio y en privado por temor a más violencia”, agregó.
Guatemala, Honduras y El Salvador en el nivel tres del ranquin de países peligrosos para viajeros de ese país. Nivel cuatro, el peor. Guatemala estima que la mitad de las muertes por violencia están vinculadas a las operaciones del narcotráfico y pandillas.