Las ciudades a adaptarse al cambio climático
nagement, nos propusimos ayudar a responder esta pregunta. Más específicamente, buscamos identificar si hay beneficios al comenzar con el enfoque de corto alcance.
Típicamente las ciudades tienen redes de planes, que consisten en planes individuales enfocados en patrones de uso de suelo, sistemas de transporte, operaciones de emergencia, sustentabilidad, parques y espacios abiertos, reducción de gases de efecto invernadero (alias Planes de Acción Climática) y demás.
Casi cualquier ciudad importante en Estados Unidos también tiene un plan de mitigación de riesgos, que la Ley de Mitigación de Desastres (DMA, por su sigla en inglés) del año 2000 requiere de manera que sean elegibles para recibir cierta cantidad de fondos federales destinados a desastres. Los planes de mitigación locales que cumplan con la DMA deben identificar riesgos naturales (inundaciones, huracanes y ondas de calor, por ejemplo), establecer metas a largo plazo y elaborar una lista jerárquica de acciones para reducir los riesgos locales. Nuestros hallazgos indican que hay beneficios claros si se comienza en corto, con un enfoque en las conexiones a peligros naturales. En promedio, los planes de corto alcance tienen más interrelación con la red existente de planes de la ciudad e incluyen más enfoques de uso de suelo eficaces para reducir los riesgos a largo plazo. La planeación del uso de suelo conduce el desarrollo hacia afuera de las áreas de riesgo al tiempo que preserva características del paisaje natural, tales como los pantanos que almacenanlascrecidas, como la forma más prometedora de reducir los riesgos a más largo plazo. Sin embargo, las investigaciones muestran que una y otra vez las ciudades subutilizan los enfoques de uso de suelo para reducir riesgos, una realidad que cobró vida en la inundación en Texas tras el huracán Harvey.
Estos hallazgos podrían parecerles ilógicos a los planificadores municipales y defensores del cambio climático, porque podrían pensar que dar pasos más pequeños y enfocados no sería suficiente para hacer mella en los enormes desafíos que presenta el cambio climá- tico. No obstante, tomar el enfoque de corto espectro no descarta hacer otros planes más ambiciosos en el camino.
( Ward Lyles es profesor adjunto de la Universidad de Kansas. Philip Berke es profesor de la Universidad de Texas A&M. Kelly HeimanOverstreet es asistente de investigación del Departamento de Planeación Urbana de la Universidad de Kansas).