Monólogo nacional
Hay factores esencia les que des legitiman a alguien para proponer y presidir diálogos: desconocimiento para percibir los problemas, falta de habilidad para el auto conocimiento, yen tercera instancia la falta de habilidad para el conocimiento de los demás. Si se carece de esos elementos estamos en la presencia de un fenómeno de monólogo, no dediálogo. Las grandes crisis mundiales en toda esfera se derivan, entre otros factores, de la ausencia de diálogos sinceros y correctos que se transforman en simples monólogos que no inspiran confianza: comocuando un padre de familia desea imponer su le ya los hijos, un maestro se vuelve déspota en el aula, un funcionario se cree por encima dela ley transgrediendo la constitución de la república, entreotros. Particularmente, cuando se trata de entretenimiento disfruto mucho los monólogos que realizaba Ad al Ramones oDanteGebel, sinembargo, en asuntos tan complejos y críticos para el fortalecimiento del estado de derecho de unademocracia, aquelque es el génesis de la crisis está completamente des legitimadopara proponer y dirigir diálogos, cualquier intento se vuelve solo un monólogo que es una fachada ilusoria para legitimarlo que no se puede legitimar. En un Estado de derecho los asuntos nacionales los legitima la ley no políticos sentados alrededor de una mesa. Es la ley suprema quien determina las cosas legal eso ilegales, así queunsu puesto diálogo nunca dará legalidad a un acto anterior que careció de toda legalidad y constitucionalidad: este entendimiento es el ABC de la jurisprudencia. Así que no nos impongamos por la fuerza, cuando estemos en un escenario donde debamos dialogar, asegurémonos primero que estamos legitimados para convocarlo ydirigirlo, deotraforma nuestra iniciativa será solo metalqueretiñe, recordemos que nuestros hechos hablarán siempre más fuerte que no permitirán que se escuchen nuestras palabras.