¡Adelante!
El fortalecimiento de la institucionalidad, aún en medio de la tormenta, no se detiene. Tras la instalación del Poder Legislativo y el inicio de la primera legislatura les llegó el turno a las autoridades locales, que previamente recibieron las credenciales del Tribunal Supremo Electoral. Cada municipio puso su toque peculiar, pero en todos ellos sobresalió la sobriedad, pues no está el país para derroches ni para exhibicionismo a lo cual contribuyó que en municipales hubiese “repetición”, en algunas por tercera o cuarta vez, lo cual es evidencia del buen trabajo realizado y el honesto manejo de los recursos, prueba de fuego en toda la administración pública. El informe sobre lo realizado y los planes para estos próximos cuatro años en las municipalidades cuyos alcaldes fueron reelectos marcaron los discursos que obviaron las presentaciones, pues que de que nos conocemos, nos conocemos. En aquellas localidades en que hubo relevo de autoridades las promesas de trabajo para el engrandecimiento de las comunidades se multiplicaron. Se cumple así otro paso en los gobiernos locales, la elección, la toma de posesión; falta lo más importante, la cercanía con la población, el mejoramiento de sus vidas y la atención a sus demandas. “Queremos una ciudad más humana, viva, con enfoque en infraestructura sanitaria, más culta, más atractiva, más ordenada, con mejores calles y mercados, más moderna y verde protegiendo El Merendón y más competitiva y tecnológica en la ruta de ciudad inteligente”, evoca el reelecto alcalde de la Capital Industrial Armando Calidonio, como desafío del cuatrienio que completa la labor, “ahí está”, de los últimos cuatro años. Desde su vivencia personal y experiencia empresarial el reelecto alcalde de la capital, Nasry Asfura, señaló la clave de su éxito en los primeros cuatro años al frente del Distrito Central. “Todos sabemos que con trabajo y más trabajo... y con el amor a las personas y el amor a lo que hacemos todos los días hemos demostrado que es posible hacer las cosas... Voy a seguir trabajando”. Y para que del dicho al hecho no haya trecho, terminado el sencillo acto cada quien retornó a su trabajo en el horario diario. Los problemas en todas las comunidades son gigantescos, sus soluciones tienen un solo camino que se inicia en la unidad del cuerpo edilicio y se adentra en escuchar a los ciudadanos, priorizar las repuestas y manejar limpia e inteligentemente los recursos para que las urnas, dentro de cuatro años, hablen más que bien del gobierno edilicio en cada lugar.