Rancho Hogar Agua Viva sigue su misión de educar
Tras la muerte de su fundadora Teresa Devlin, el centro sigue atendiendo a niños en riesgo social La fundación recibe apoyo de personas generosas y misioneros estadounidenses
La fundación atiende a niños y jóvenes de El Porvenir, Atlántida, para evitar que caigan en riesgo social.
LA CEIBA. Rancho Hogar Agua Viva es el nombre de la fundación que atiende a varios niños y jóvenes de la comunidad de El Pino, municipio de El Porvenir, Atlántida, para evitar que caigan en las garras de los vicios y que se decanten por integrar grupos de pandillas. Aparte de la espiritualidad, a los infantes se les educa basado en un programa la escuela en casa de Educatodos. Además, se les agrega clases de música, de agricultura y deportes. Según los coordinadores, la idea es formar una persona íntegra, con valores morales y el temor a Dios. Esta fundación nació hace unos diez años. ‘‘Dios nos ha puesto aquí para ser mensajeros de paz, en un lugar donde hay mucho peligro. También para atender a niños que necesitan aprender a leer, que por alguna razón no pudieron entrar a una escuela. Aquí estamos para enseñarles el camino de Dios y educarlos en todos los sentidos. Todos estamos en riesgo del pecado, pero los más vulnerables son los niños y jóvenes, es por eso que trabajamos con ellos’’, manifestó Jennifer de Canales, coordinadora del centro desde hace unos cinco años. Los programas de enseñanza y el centro es financiado con apoyo de personas altruistas y organizaciones no gubernamentales del extranjero. ‘‘ Primero dependemos de Dios que toca el corazón de las personas para donar y compartir con nosotros para poder realizar esta labor. Yo soy extranjera, pero aquí hay muchos maestros y pastores de Honduras que ayudan’’, añadió Jennifer. El pastor y docente Domingo Domínguez es uno de los que atiende en el lugar, él asegura
que los jovencitos tienen una buena educación basada en valores morales y espirituales. ‘‘ Nosotros damos algunas clases y también estudios bíblicos a los niños para que puedan aprender las cosas de Dios. Aquí ellos aprenden mucho, se les enseña música, diferentes oficios y agricultura. Reciben una educación de calidad. Hay espacios para que ellos aprendan a realizar actos culturales. La idea es que puedan ser educados en todos los sentidos’’, puntualizó el pastor Domínguez. El centro comenzó a funcionar hace unos diez años, a iniciativa de misioneros estadounidenses, quienesaportaron varios miles de dólares para construir las instalaciones, las que están ubicadas al pie de la montaña conocida como Pico Bonito, en la aldea El Pino. ‘‘Estar aquí ha sido de gran ayuda y una buena experiencia para mí y mis compañeros. Las pasamos bien, nos divertimos, nos educamos y aprendemos cosas de Dios. Los maestros son buenos con nosotros y nos enseñan mucho’’, aseguró uno de los niños que son atendidos en el centro.