¿Se necesitan nuevos tipos de crímenes?
LA MÁS GRANDE NOTICIA, A FUERZA DE REPETIR SE, TERMINA POR DEJAR DE SERLO TRAS DESHUMANIZAR NOS
Hace algún tiempo las cañeras eran los depósitos de cadáveres favoritos de los delincuentes. Cuando empezaron a aparecer los primeros, era algo sensacional. Pasó el tiempo y, lamentablemente nos fuimos acostumbrando, al grado que los caña bota de ros dejaron de ser novedad. Me da la impre-sión que los mismos asesinos se aburrieron del lugar y empezaron a buscar nuevos sitios dónde tirar los despojos de sus víctimas. Esquela más grande noticia-a fuerza de repetir se-termina por dejar de serlo. La frecuencia de lo terrible termina por deshumanizar nos. Es la teoría del abomba de las cuatro delatar deque he expresa do algunas veces y que va así: Si hoy es talla una bomba alas cuatro, todo mundo corre al armado. Otra bomba mañana puntual mente ala misma hora también nos sorprende. Al cabo de un mes, cuando alas cuatro suena la explosión, la gente lo que hace es verificar si su reloj está puntual. Y, si algún recién llegado le pregunta temer oso “qué fue eso ”, la respuesta será “es la bomba de las cuatro” y luego usted seguirá su camino como si nada. La velocidad subsónica a la qu ese mueven los rapiditos empezó a provocar accidentes adiestra y siniestra, lo que igualmente ca usaba noticia. Pero, son tantos que, ahora cuando viene uno de esos bólidos, lo que hacemos es ponernos a resguardo, ya que todos sabemos el desastre que puede provocar el pie de unir responsable sobre el acelerador de una de esas máquinas de la muerte. Los choques, atropellamientos, volconazos de los rapiditos ya no son noticia de primera página, ya no alarman a nadie. ¿Será que necesitamos nuevos tipos de crímenes, más atractivos, más novedosos? No puedo negar que disfruto las noticias sobre la creatividad de los narcotraficantes internacionales. Lo más reciente fue que en un enorme cargamento de piñas destinadas a cierto país en Europa, los delincuentes habían sacado la pulpa y rellenados u interior con coca. No sé cómo los descubrieron, creo que alguien en una aduana sintió apetito, se vio tentado, abrió una ¿yqué encontró? Coca pura. Ni siquiera con sabor a piña ,¡ coca pura! Hace algún tiempo en la frontera USA y México instalaron poderosas catapultas estilo romano, capaces de enviar cargamentos de casi cien kilos en cada disparo, los cuales volaban tres y cuatro cientos metros. Eso es genialidad. Igual a sus mi ni submarinos desechables, sin duda que hubieran sido la envidia del amarina de Hitler. El ser humano se acostumbra a todo, hasta a los crímenes más brutales. En Bagdad, donde desde hace años son tan frecuentes los fanáticos suicidas que, con explosivos amarrados a sus cuerpos siembran de muerte plazas y centros comerciales, ¿cree usted que son sorpresa para alguien? Quizá para los parientes de muertos y heridos, perol además gente ya tiene que verlos con indiferencia. Hasta la Bruja Negra, que mató, descuartizó, cocinó y se comió a un hombre fue novedad pasajera. Ahora, o no hay mujeres caníbales, o a nadie le interesan como noticia. Al pensar en esto me sentí triste. De alguna manera también me he ido acostumbrando a todo, al grado que solo los crímenes más salvajes me llaman verdaderamente la atención. Por esa razón me veo en la necesidad de enviar un mensaje a los señores delincuentes: Porfavor un poco más de imaginación y creatividad.