Se entrenó para la matanza en escuela
Nikolas Cruz llegó a la escuela en un taxi Uber con un rifle en una maleta Dos empleados mueren como héroes al proteger a estudiantes Trump evita referirse al control de armas
Niko las Cruz era un racista obsesionado con las armas. El FBI desestimó amenazas de ataque que hizo en las redes. Los muertos son 14 colegiales y tresempleados
PARKLAND. La Oficina del Alguacil del Condado Broward reveló ayer las identidades de las 17 víctimas mortales del tiroteo que el joven Nikolas Cruz perpetró el miércoles en una escuela secundaria del sur de Florida, a la que llegó en un taxi Uber y con un rifle semiautomático en una maleta. En la lista de víctimas facilitada por el alguacil del condado Broward, Scott Israel, aparecen tres empleados de la escuela: Aaron Feis (de 37 años), asistente de entrenador de fútbol americano, Chris Hixon (de 49), director de atletismo, y el profesor de geografía Scott Beigel (de 35). Otro occiso es Joaquín Oliver (de 17) que nació en Venezuela y a los dos años de edad se mudó con su familia a EUA. En enero de 2017 se hizo ciudadano estadounidense, según informaron medios locales. Los otros muertos son Peter Wang (de 15), Nicholas Dworet (de 17), Luke Hoyer (de 15), Alaina Petty (de 14), Jamie Guttenberg ( de 14), Alex Schachter (de 14), Martin Duque (de 14), Alyssa Alhadaff (de 14), Helena Ramsey (de 17), Cara Loughran (de 14), Meadow Pollack (de 18), Gina Montalto (de 14) y Carmen Marie Schentrup (de 16). Según Israel, el joven llegó a las 2:19 pm en un Uber conducido por una mujer y se dirigió hacia la entrada este de la escuela con un rifle se- miautomático AR- 15 dentro de una maleta negra. A partir de ahí, Cruz, un exestudiante de la escuela, disparó a diestra y siniestra en los pasillos y algunas aulas, en las tres plantas del edificio; luego dejó el rifle y salió a pie mezclado con los estudiantes que evacuaban el lugar. Después se dirigió a Walmart, compró un refresco en un Subway, luego se dirigió a un McDonald’s, donde permaneció un tiempo no especificado. Cruz fue detenido sin incidentes por agentes de la Policía de Coral Springs en las inmediaciones de ese local de comida rápida.
Entrenador y guardia. Aaron Feis, un guardia y entrenador de fútbol del colegio Marjory Stoneman Douglas, cubrió con su cuerpo a varios alumnos mientras Cruz disparaba, murió cuando lo llevaban al quirófano. La primera versión que circuló fue que había muerto durante el tiroteo, pero luego se dijo que estaba herido. Horas después de la masacre, el jefe de la Policía de Broward, Scott Israel, anunció que entre los muertos estaba “un amado entrenador de fútbol”. Aunque no dijo su nombre, todo parecía indicar que era Feis. Ayer, el equipo de fútbol confirmó la muerte en Twitter: “Con gran tristeza nuestra familia de fútbol ha tenido conocimiento de la muerte de Aaron Feis. Era nuestro entrenador asistente de fútbol y guardia de seguridad. Él desinteresadamente protegió a los estudiantes cuando les dispararon. Murió como un héroe, siempre estará en nuestros corazones”. Colton Haab, estudiante de 17 años y quien jugó con el entrenador asistente, dijo que lo vio cómo cubrió a tres niñas ante la balacera.
El profesor de geografía. Scott Beigel abrió la puerta de su
aula para que entraran algunos jóvenes que huían de las balas; pero murió cuando trataba de cerrarla de nuevo. Kelsey Friend, una de las estudiantes, le relató a la cadena CNN que el profesor le salvó la vida. “El señor Beigel fue mi héroe y por siempre lo será. Nunca olvidaré las acciones que emprendió por mí y por los demás estudiantes en el salón de clases... Hoy estoy viva gracias a él”, expresó. Y, dirigiéndose a la familia del profesor, Friend añadió: “Gracias por traer y tener a esta persona increíble en la vida y darle el poder de ser más fuerte que lo que yo podría haber sido jamás”.
En el armario. La española Patricia Rivas, profesora de francés y español en la escuela, sobrevivió junto a cinco alumnos tras encerrarse en un armario de su despacho, explicó su madre, Violeta Puerta. Contó que su hija cuando se dio cuenta de lo que ocurría se encerró en un armario de su despacho junto a los únicos cinco alumnos que estaban con ella. “Era el momento de las actividades extraexcolares y, por eso, la mayoría de sus alumnos estaban en otros lugares y solo quedaban cinco con ella para acabar un trabajo”, detalló. “Al principio pensaron que era un simulacro porque hacía muy poco tiempo que habían hecho uno”. Pero “enseguida se dieron cuenta de lo que sucedía, se refugiaron y tuvieron la suerte de que la puerta de la clase (donde también está su despacho) estaba cerrada, de lo contrario, les hubiera visto”, resaltó. Además, relató que su hija le contó cómo dos niños, por miedo, en lugar de seguir las instrucciones de la Policía “echaron a correr antes de que detuvieran al tirador, y este los mató”.
Reacción de Tump. El presidente Donald Trump se dirigió ayer a una “nación de luto”, en un discurso en el que prometió enfrentar “el difícil problema de la salud mental”, pero evitó mencionar medidas para el control del acceso a las armas. “Hablo a una nación de luto. Estamos todos juntos como una única familia”, dijo Trump. Prometió “enfrentar el difícil problema de la salud mental”, y subrayó que tendrá un encuentro con los gobernadores estatales del país para hacer de la seguridad en las escuelas “nuestra principal prioridad”. Asimismo, anunció que planea viajar a Parkland para visitar a las familias de las víctimas y las autoridades locales. En su breve declaración de apenas ocho minutos, Trump no hizo mención alguna a posibles medidas legislativas para reforzar el control del acceso a armas de fuego.
"ESTAMOS EN DUELO CON PARKLAND. CUIDAR A NUESTROS HIJOS ES NUESTRO PRIMERTRABAJO"