Juan Jiménez y almagro se enredan en pelea a través de cartas y tuits
El exvocero de la Misión acusa a Almagro de renovar un contrato por $10,000 a funcionario separado No había fundamentos para despedirlo, responde el número uno del organismo
TEGucIGAlpA. El trabajo que ha venido haciendo la Misión de la OEA contra la corrupción en Honduras (Maccih) se vio empañado días atrás con la renuncia de su jefe, el exministro peruano Juan Jiménez Mayor, por diferencias con el secretario general del organismo continental, Luis Almagro. Jiménez denunció la falta de apoyo de Almagro en una carta dirigida el jueves a los hondureños, anunciando su renuncia, lo que derivó en múltiples manifestaciones en contra del número uno de la OEA y en apoyo casi generalizado al exjefe de la Misión y su equipo, que se instaló en Tegucigalpa el 19 de abril de 2016. Las reacciones se han centrado en lamentar la renuncia de Jiménez y abogar por que no cese el trabajo de la Misión en un paísen el que se le atribuye a la corrupción gran parte de la pobreza que afecta a más del 60% de los 8.7 millones de habitantes que tiene Honduras. Las diferencias internas se remontan a mayo de 2017, cuando se dio una agria situación con Jacobo Domínguez, coordinador de la División Político-Electoral de la Misión, quien luego fue separado del grupo. Entonces trascendió que Domínguez al parecer pretendía desplazar a Jiménez. Almagro reaccionó diciendo en Twitter que “frente a dudas generadas, corregiremos errores, al tiempo que reitero mi compromiso de impar- cialidad en el trabajo de la OEA_MACCIH”. En su carta explicando las razones de su renuncia, Jiménez señaló, entre otras cosas, que Almagro le renovó el contrato a Domínguez por un monto de $10,000 mensuales sin conocer sus funciones.