Madre e hija evolucionan bien luego de trasplante
Patricia Guzmán salvó la vida de su hija Keyli Romero; ambas están en recuperación
“Gracias a Dios me siento muy bien y feliz de haberle donado un riñón a mi hija para que pueda llevar una vida sana”, señaló Ina Patricia Guzmán, de 46 años, quien el pasado viernes mediante una cirugía pudo donar el órgano a Keyli Patricia Romero Medina (17). Un grupo de especialistas, bajo la coordinación del nefrólogo pe di atr aR ubénGa leas y personal de enfermería, logró con éxito el primer trasplante del año en el hospital MarioRi vas. “Después de seis años de estar conhemodiálisis, Keyliquiere volver a estudiar porque solo pudo llegar al sexto grado ”, señaló In a Patricia, quien contó que la joven tiene una hermana gemela que cursa el segundo de Bachillerato en Ciencias y Humanidades.
“ElobjEtivoEs quEEstEtipo dEcirugíassEa sostEniblEy rEalizarlas confrEcuEncia”
Avances. Rubén Galeas, el médico que dirigió la cirugía, señal óqueKeyli Patricia evoluciona satisfactoriamente y ha presentado un gasto urinario dentro de los límites adecuados. La madre y donante también se recupera positivamente. Sus pruebas de función renal
están dentro de los límites adecuados a cinco días de la operación. El alta de la señora está prevista para esta semana y la menor tendrá que esperar varios días los análisis de laboratorio, por lo que puede salir dentro de dos semanas. Según Galeas, realizar trasplantes de riñón enelRivasr epresenta un gran avance para el hospital, ya que este tipo de procedimientos vienen a beneficiara pacientes de es casos recursos económicos que necesitan de estas cirugías para mejorar la calidad de vida. “En el hospital tenemos como finalidad hacer seis trasplantes de riñón en 2018. Hemos
contado con el apoyo de la dirección, así como del personal y también de médicos de Tegucigalpa”, apuntó. Precisó que actualmente hay unos 30 niños en espera por un trasplante de riñón .“Como verán, haciendo un trasplante cada mes aún nos quedamos
cortos, pero es importante haber iniciado y mantenerlo ”. El costo oscila en 25,000 dólares( unos 600 mil lemp iras) en hospitales privados. En Honduras hay 2,400 enfermos renales crónicos, de los cuales unos 1,200 son pacientes de la zona noroccidental.