Hondureños positivos en guardia
Es irrefutable el hecho de que en toda sociedad existen dos bloques irreconciliables: por un lado los buenos y contra estos los malos, es la lucha de los constructores y sus oponentes los destructores. Los primeros son el grupo por excelencia que con su madrugar cotidiano laboran en diversas actividades, aportando beneficios a sus familias y su cuota para el desarrollo de Honduras. Honor a ellos. Lo malos son parásitos sociales por antonomasia, no trabajan, no producen, son viciosos, no aportan algo positivo, son por ende destructores de todo lo bueno que han logrado hacer por el país los hondureños. Los malévolos son el elemento antisocial aprovechado por políticos perversos convertidos en sus amos proveedores de la paga siniestra. Son los peones que destruyen empresas, violan el derecho constitucional de libre locomoción, impiden la exportación de productos hondureños y paralizan las máquinas industriales cuando los amos les ordenan derribar las torres conductoras de electricidad. No tiene sentido, es inaceptable que los supuestos abanderados de los pobres con todas estas acciones criminales traten de impedir la llegada a Honduras de los inversionistas que habrán de dar oportunidades de empleo a tantas familias necesitadas. Los abanderados del orden y el proceso ya están organizados, se han puesto en guardia para contrarrestar les embestidas del mal ejecutadas por individuos ruines, sumisos a las órdenes dictadas por esperpentos políticos. Conviene apoyar a los buenos. JOSÉ ANTONIO BAIDE M.