Diario La Prensa

“Seme reventóla fuenteen eltrabajo”

- Renán Martínez renan.martinez@laprensa.hn

M ujer de un solo hombre y de muchas batallas, Nelly Hernández volvió a comenzar de cero después de que “por cosas de la vida” se dio la separación con el italiano con quien se inició en el negocio de la pizzería. 16 años después de aquel desenlace sigue sola, repartiend­o amor entre sus clientes mediante la pasión que pone a la preparació­n de los platos en su restaurant­e Nelly’s Pizza en San Pedro Sula. Sus tres hijas y los nietos que estas le dieron complement­an la felicidad de esta emprendedo­ra que descubrió su pasión por los negocios siendo una niña de escuela. 1.¿La receta de sus pizzas es suya o de su exesposo? Le voy a ser sincera, de ninguno de los dos, sino del padre de él. La aprendí cuando iniciamos Pizzería Italia después que nos casamos en 1976. 28 años de mi vida le dediqué a ese negocio y salí sin nada. 2.¿Cómo entonces logra abrir Nelly’s Pizza?

Una amiga que su esposo había tenido una pizzería me facilitó el horno. Allí comencé a hacer mis pizzas con harina que me daba al crédito don Yaudeth Burbara (ya fallecido). Eso fue una cuadra arriba de Pizzería Italia. El local lo pintamos con los compañeros de mi hija, a quienes les daba pizza por su trabajo. Eran muchachos muy nobles.

3. ¿Cuál es la clave para que el restaurant­e haya tenido éxito?

Me encanta ver al cliente contento.Yo personalme­nte compro todo fresco. Para mí, la diferencia (con otras pizzas) es que las mías las hago con amor. 4. ¿Cómo surge su pasión por los negocios? Tenía diez años. Mi papá era dueño de una finca de bananos. Cuando regresábam­os de la finca a la ciudad yo le decía al vigilante que pusiera un tallo (de bananos) en la paila del carro. Al llegar a la casa le decía a los vecinos que tenía guineos verdes de venta. Todos se vendían. Después le dije al vigilante: ahora súbame dos, uno de verde y otro de maduro. Ese dinero lo fui guardando para comprar otras frutas como papayas y piñas, que también vendía frente a la casa. Cuando no había clientes hacía las tareas que me dejaban en la escuela Francisco Morazán. 5.¿Qué estudió?

A los 16 años me gradué de secretaria, pero no me gustó. A los 17 puse dos molinos de maíz. Era un buen negocio porque en ese tiempo no existía la harina de maíz. También tuve una tiendita de ropa para niños al lado de la Librería Navarro que se llamaba Snoopy. Confeccion­aba para dos segmentos de mercado: ropa de primera que vendía en el supermerca­do Fransen Colonial y otra que hacía con los sobrantes de tela, pero diseñada con mucho gusto. En ese negocio conocí al que fue mi esposo. 6.¿Se volverá a casar?

Sí no lo hice hace 16 años, no lo voy a hacer ahora. Me casé una vez y no lo vuelvo a hacer, aunque sobra quien quiere comer pizza de gratis, ja, ja, ja. Tuve un solo novio y un solo esposo, y muchas de mis amigas son las mismas que conocí en mi niñez. Estoy feliz así como abuela y madre. 7.¿Cómo es la vida de una emprendedo­ra?

Ser emprendedo­ra significa sacrificio, desvelo, postergars­e a una misma; por ejemplo, a mí se me reventó la fuente estando embarazada de una de mis hijas mientras trabajaba en la cocina de Pizzería Italia. De allí me llevaron al hospital. 8.¿Cómo se hizo amiga de la ex primera dama Aguas Ocaña? Con ella tengo una gran afinidad. Me la presentó el presidente (Ricardo) Maduro en el aeropuerto. Me contó que trabajaba en Nápoles, entonces le hablé en italiano y así sostuvimos una amena conversaci­ón. Le dije que si ella tomaba agua de Río de Piedras, se iba a quedar en Honduras, y se rió.

9.¿Tenemos entendido que a ambas les gusta hacer labores de servicio social? Por eso la admiro. Una vez me dijo: Nelly, voy a traer a los niños (sus hijos adoptivos) a comer pizza. Había dicho que eran 60, después que eran 80 y terminaron siendo 120.

10.¿Es cierto que los enamorados tienen un servicio especial en Nelly’s Pizza? Hemos tenido bodas y reuniones de compromiso. A los enamorados les pongo una mesa romántica con un mantel blanco cubierto con pétalos de rosas rojas. Una vez, una muchacha vino a compromete­rse con su novio que era extranjero y cuando él le pidió la mano, de la emoción dijo ‘no acepto’ por decir ‘sí, acepto’. El muchacho se quedó asustado, pero luego todo se aclaró.

11.¿Se emociona usted con esos encuentros amorosos? Le voy a contar algo. Una vez casi me pongo a llorar con el novio. él venía con un ramo de flores escondidas para entregárse­las a la muchacha que había invitado a comer cuando ella lo aceptara, pero casi se va de espaldas cuando la respuesta fue un rotundo ‘no’. 12. ¿Le gusta bailar?

Nunca aprendí a bailar porque mi mamá no me dejaba y a mi novio no le gustaba.

13.¿Era muy estricta su madre? Tan general, estricta pero como se lo agradez- un co. que Si venir tenía a amigos la casa, tenían nada de No verse era muy en las efusiva, esquinas. pero cuando me dio un cumplí abrazo los y 15 un años, beso, y servido unos consejos en la vida. que me han

hacer 14.¿Tiene de la pizzería planes de una franquicia? Por las experienci­as que pasé sociedades. le tengo Lo miedo que vamos a las a tener ya está aquí listo es para un carrito vender que porciones manera ambulante. pequeñas de 15.¿Cocina en su casa?

He sido alcahueta con mis hijas, que salieron con gusto italiano, pero también las acostumbré a comer casamiento, arroz y carne mechada con sus plátanos maduros al natural y otras comidas hondureñas. Tengo dos nietos aquí y dos en Nueva York que para ir a verlos tengo que vender mucha pizza. 16.¿Cuál es más sobrosa, la pizza o la baleada?

Las dos son ricas, la diferencia está en el punto de sabor que se le dé a cada una. 17.¿A qué le teme o qué no le gusta?

Le temo a las personas que son de mal corazón y desconfío de las personas que cierran los ojos cuando estamos conversand­o. La política no me gusta porque se tuerce mucho y a mí me gustan las cosas rectas; pero en política también hay personas buenas. 18. ¿Qué recuerda de su vida de casada?

En esos 28 años también incursioné en las exportació­nes de limón, de yuca parafinada y plátanos empacados al vacío. Cuando llegué a la Pizzería Italia, el local era una bodega que mi suegro alquilaba. Para acondicion­arlo saqué al crédito los ventilador­es de techo.

19.¿Qué cambiaría si fuera alcaldesa de San Pedro Sula? Hay muchas cosas qué hacer en esta ciudad, pero me gustaría que hubiera más mejoras en salud y educación. 20.¿Se siente una mujer realizada?

Pienso que todavía tengo oportunida­des. Soy una persona de mucha fe. Creo que el destino sí existe, pero solo en cierto porcentaje, lo demás está en nosotros hacer nuestros sueños realidad. Mientras Dios me tenga con vida y me pueda mover, voy a estar trabajando en lo que me gusta.

recordó SuS inicioS en la Pizzería italia, donde eSPeraba con laS PuertaS abiertaS a loS clienteS que Salían del cine troPicana y el círculo teatral SamPedrano

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