Ni violencia ni pasividad
¿Sabía que los dos polos de la agresividad son perjudiciales? Comencemos por el negativo: la violencia. La agresividad tiene la capacidad de explosionaren una incalculable cantidad de incidentes de rencor y violencia. La persona que le ha dado lugar ala violencia no está en absoluto en dominio de su agresividad, y la usa excesiva y equivocadamente. Resultado: dolor, lesiones, daño y hasta muerte. Ynose piense que esto tiene que ver con lo físico solamente .“No has visto mucho de la vida sino has visto la mano que mata disimuladamente ”, dijoFriedri ch Ni etzsc he refiriéndose a todo aquello que mataelespíritu. YKathleen Gr eider:“Algu nos de nosotros somos mirones violentos, y ayudamos a crear una cultura de violencia a través de nuestro apetito de ser sus espectadores ”. Con respecto al polo“positivo” —pasividad o falta de vitalidad —, la agresividad se rompe haciaadentro, derramando una cantidad significativa de nuestrapasión, ímpetuyfuerza. La persona que le ha dado lugar tampoco está en pleno control de su agresividad y la utiliza insuficientemente resultan do en ineficiencia. Estogeneralmente es sutil, originando en personas con extrema falta de agresividad, sentimientos de des amparo, desesperación, apatía y pusilanimidad( que según Gr eider, esta última sigilosamente aflige ala mayoría de nosotros ante las demandas de la vida y la sociedad tecnológica actual ). De acuerdoconesto, nilaviolencia ni la pasividad son convenientes para usted, querido lector. Ambas pueden destruirlo. Tanto individual como grupal mente: familia, negocio, congregación, comunidad, vecindario... Perpetuando—deacuerdocon la visión de Gr eider— relaciones de dominio o subordinación entre grupos étnicos, clases económicas y entre hombres y mujeres. ¿Qué hacer entonces? Encontrar un perfecto balance, impregnadodeamor, que nos permita ser personas con brío, pujanza, decisiónpara emprender algo y arrostrar sus dificultades ya la vez ser templados, tranquilos y afables. Si asíhiciéramos, meatrevoadecir que dejaríamos de ser audiencia paraseractores. Tómemela palabra.