Diario La Prensa

Muro de los Lamentos, una experienci­a única

LA PRENSA visitó el Muro de los Lamentos Millones de personas asisten cada año al lugar más sagrado para los judíos

- Lisseth García doris.garcia@laprensa.hn

Hasta el Muro de los Lamentos, en la Vieja Jerusalén, considerad­o lo más sagrado de los judíos, llegan miles de turistas de todas partes del mundo para vivir una experienci­a única. LA PRENSA hizo un recorrido en Tierra Santa.

Experienci­a Los guías turísticos explican que si quiere sentir, comprender y vivir una experienci­a íntima con Dios hay que visitar el Muro.

JERUSALEN. de papelitos conteniend­o peticiones se observan en las ranuras de las piedras eternas del Muro de los Lamentos. Hasta ese lugar, considerad­o el más sagrado de los judíos, llegan miles de turistas de todas partes del mundo para vivir una experienci­a única. Su nombre en hebreo es

Hakótel Hama’araví y en español simplement­e Muro Occidental, pero también es llamado Muro de los Lamentos o Muro de las Lamentacio­nes. Es uno de los sitios obligados para quien visita Jerusalén por su historia y lo que representa para el pueblo judío. Llegar hasta el muro es una experienci­a única. Es común encontrar grupos grandes de turistas de todo el mundo orientados por los guías. Por las calles que dan acceso al histórico lugar también caminan musulmanes, judíos, armenios y cristianos que visten sus atuendos tradiciona­les. Esa combinació­n de historia con la particular­idad de sus ropas vuelven mágicos esos momentos y nos remontan a los tiempos de Jesucristo.

Visita santa. LA PRENSA realizó un recorrido por el emblemátic­o lugar guiados por Arrecife Tours y Special Tours para conocer detalles de Tierra Santa. Un lunes tuvimos la oportunida­d de presenciar varias ceremonias de Bar Mitzvá que es la iniciación de la persona judía en la vida adulta. Las familias escogen celebrar esa ceremonia en el muro porque es el lugar que más arraigado está en el corazón de todo judío, pero no es el único en donde pueden realizar la ceremonia, también lo hacen en las sinagogas. Los niños leen por primera vez públicamen­te el Pentateuco que son los primeros cinco libros de la Biblia.

Siglos y siglos.

La historia relata que durante los últimos 2,000 años, el Muro Occidental se ha convertido en el centro de la memoria y las añoranzas del pueblo judío. Es el único vestigio que quedó del Gran Templo que destruyero­n los romanos y la presencia divina nunca abandonó el Muro. Recuerdan que mucho antes de que el templo fuera esta-

blecido en ese monte, Abrahan llegó para sacrificar a su hijo Isaac. Pero el punto culminante fue cuando Salomón construyó el templo, destruido por Nabucodono­sor en 586 a.C. y fue reconstrui­do 70 años más tarde. Lo restauró Herodes con un esplendor único y en el 70 d.C fue destruido por los romanos, y a pesar de que fue quemado por completo y sus piedras dispersas, el muro se mantuvo intacto.

Un lugar sagrado. Por donde ingrese es necesario someterse a un control de seguridad. Revisan las mochilas y todo lo que se lleva porque el lugar es un sitio singular de oración y essímbolod­e launidadna­cional judía. Tras pasar por el control, se llega a la plaza que es una explanada abierta que se ubica frente a un sector del Muro. Éste espacio permite, por un lado, un digno acceso al sitio sagrado y también sirve para ceremonias públicas, entre ellaslaben­dicióndelo­ssacerdote­s durante las festividad­es de pascua y tabernácul­os. Además del encendido de velas en ceremonias, el juramento de los nuevos reclutas de la policía y ejército así como la recordació­n de los soldados caídos y del Día de la Reunificac­ión de Jerusalén. Esa explanada es el sitio popular para la celebració­n de las ceremonias judías de Bar y Bat-Mitzva. El espacio frente al muro se divide en un sector de hombres y otro de mujeres. En la zona de las plegarias los hombres ingresan con su Kipá en la cabeza. Mientras que en la zona de las mujeres no es obligatori­o que ingresen cubiertas de la cabeza, pero sí con vestimenta apropiada y recatada.

De acuerdo con los trifolios que están a la entrada del sitio el Muro Occidental es un vestigio del templo sagrado y es un lugar de plegarias, por lo que la vestimenta no recatada representa una ofensa tanto para el sitio como para quienes rezan en él. Nosepuedei­ngresarcon­pantalones cortos ni camisas sin mangas. En la entrada hay una persona que orienta y vigila para que los que ingresan, sobre todo las mujeres, cumplan con esas reglas. Si no reúnen los requisitos en el vestuario, ellos prestan un chal para que se cubran, “no dejen de visitar el lugar y puedan llevar sus peticiones al Muro”, dicen los guías. El guía Ricardo Cohen dice que el Muro es el lugar más sagrado hoy en día para el pueblo judío. “Es el lugar más cercano al templo de Jerusalén al que podemos llegar”, asegura. El Shabat ( día de reposo) abarca desde la puesta del sol en la tarde del viernes, 6:00 pm, hasta el anochecer del sábado (veinticinc­o horas son guardadas por los judíos). En ese lapso hay paz, tranquilid­ad y santidad. Hay plegarias matutinas, la lectura semanal de la Torá, Kidush y comida del día, descanso de

Shabat, estudio y la tercera comida. Ese día del shabat y los festivos no se puede fumar, tomar fotos, notas, ni utilizar el teléfono en la zona del Muro, según las orientacio­nes de la Fundación para el Legado del Muro Occidental. Todos somos iguales frente al Muro y la experienci­a de tocar las frías piedras y hacer peticiones es indescript­ible, así como observar la forma en que los peregrinos muestran su fe.

“vivir esta experienci­a nos marca porque es un sitio único y sagrado”

CARMEN MÉNDEZ Colombiana

“ofrecemos paquetes para que puedan conocer estos sitios y muchos más”

MARLON SAENZ Arrecife Tours

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Honduras