Madre lucha para que su hijo se recupere tras un accidente que lo dejó postrado
SAN PEDRO Debe viajar a Ecuador a recibir un tratamiento por seis meses, pero su familia no cuenta con recursos
La vida de Jeffy Steven Hernández Galdámez (21 años) cambió en un abrir y cerrar de ojos el 22 de abril de 2017. Esa mañana iba a su trabajo en motocicleta, pero una volqueta le quitó el derecho de vía y lo embistió bruscamente. El choque provocó que el casco saliera volando y al pegar en el pavimento le causó severos daños en su cabeza. Gracias a la solidaridad de un conductor, que observó el fatal accidente, el joven fue llevado rápidamente al Seguro Social, donde ingresó con hemorragias múltiples, por ello lo operaron de emergencia. Debido a la inflamación que presentaba en el cerebro, los doctores decidieron quitar la mitad de su cráneo, la cual En las gráficas un antes y un después del accidente de Jeffry Hernández, de 21 años. hasta la fecha está guardada en su estómago. “Luego desarrolló hidrocefalia por los mismos golpes y estuvo en cuidados intensivos. Tras cinco días en esa sala le dieron de alta. Volvió a ser internado porque convulsionó y fue nuevamente ingresado
en estado crítico a cuidados intensivos”, relató Saby Hernández, madre de Jeffry. Después de varios exámenes, los médicos detectaron que el muchacho se había infectado con una bacteria llamada pseudonoma en el centro asistencial. Según la madre,
esto afectó su recuperación. Katia Danilov, portavoz del Seguro Social, dijo que el accidente generó pérdida de masa encefálica y otras complicaciones como la traqueotomía y una sonda. “No es la bacteria la que lo tiene así, es producto del accidente de moto”, dijo. Actualmente, Jeffry permanece al cuidado de su madre en casa, donde recibe alimentación directa al estómago y respira por una traqueotomía, es una recuperación lenta y muy costosa. El joven debe viajar cuanto antes a Ecuador para comenzar un tratamiento de renovación de células cerebrales, mismo que tiene un costo de 15,000 dólares ( L354,600), más el traslado en avión, que cuesta otros 5,000 dólares (L118,200). Saby no pierde la esperanza y fe de que su hijo se recupere y termine con su sueño de convertirse en ingeniero, pues tiene cursado el 35% de la carreradeIngenieríaIndustrial.