Prediálogo
“El espíritu del diálogo debe ser de reconciliación de la familia hondureña”. Palabras del secretario de la presidencia, abogado EBAL DIAZ, “el espíritu del diálogo es la reconciliación de la familia hondureña y no la confrontación entre los partidos políticos.” Pero ¿qué es eso? Si lo que queremos es la verdad en la administración pública y explicación en la toma de decisiones que afectan a la población. Si lo que quiere un sector de la familia hondureña es saber qué paso en las elecciones pasadas, si lo que queremos es que se respete la constitución y reverencien los artículos pétreos, si lo que queremos es que pregunten si queremos cambiar la ley máxima, pues ya existen en ella los mecanismos para ello, mediante un plebiscito y un referéndum. El pueblo quiere saber quiénes son los responsables de las muertes poselectorales, ¿ese es el verdadero espíritu, y dice el hombre, “reconciliación de la familia hondureña”?, me pregunto ¿cómo? El secretario no quiere reconocer la realidad y de paso tergiversar la finalidad del diálogo, con frase demagógica estratégica para desenfocar y cambiar la opinión pública, sobre el tema del prediálogo, pues lo único que queremos como hondureños dignos es respeto y verdad sobre una declaración de un funcionario público. De estas declaraciones se puede visualizar de una forma especulativa la intención sobre a dónde quieren llevar el prediálogo y sus conclusiones vinculantes. La actitud y proceder del Legislativo entre las bancadas ya nos ha demostrado que hay línea dictada a los subalternos que deciden ley en el país, como están acostumbrados a ejercer y actuar, bajo mentiras y triquiñuelas que se basan en el engaño e incumplimiento de acuerdos y el poco uso del honor y respeto de la palabra, en componendas dejando a un lado los valores que son necesarios para poder actuar correctamente en estos puestos de la administración legislativa.